El pasado 27 de octubre se realizó su presentación en la Estación Experimental Tropical Pichilingue, ubicada en Quevedo, provincia de Los Ríos, en donde estuvieron el vicepresidente de la República, Jorge Glas; el director ejecutivo del Iniap, Juan Manuel Domínguez; y más de 1.000 personas, entre ellos, productores de la zona.
Domínguez indicó que la entidad ofrecerá al sector clones que superarán al CCN 51, porque permitirán obtener entre dos y tres toneladas por hectárea, dependiendo del manejo adecuado que haga el agricultor al cultivo.
En la actualidad, los tipos de cacao nacional producen cerca de una tonelada por hectárea. Agregó que una vez sembrada la planta de estos nuevos tipos de cacao, el productor ya verá una producción sostenida desde el tercer año en adelante, sin descartar que observe frutos a partir del primer año de cultivo. Con estos resultados, acotó, los agricultores pueden ahora decidir fácilmente, como una opción consolidada, dedicarse al cultivo de cacao fino y de aroma.
Domínguez añadió que la entidad invirtió alrededor de $4’000.000 en los 20 años que llevó el trabajo de investigación.
Durante el evento de liberación de estos clones, el vicepresidente Glas mencionó que “con estas tecnologías hablamos de un nuevo boom cacaotero”.
“En 2025 se esperan exportaciones que superen los $ 3.000 millones, por lo que se convertiría en la fuerza productiva agrícola más importante que tendremos en los próximos años”, aseguró.
El siguiente paso será la multiplicación de las plántulas, para ello el Instituto de Investigaciones Agropecuarias proveerá el material genético al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) para desarrollar el trabajo en campo.
El plan contempla la creación de 300 hectáreas de jardines clonales. Desde ahí se obtendrá el material necesario para sembrar 100.000 nuevas hectáreas y, también, reemplazar 21.000 hectáreas de cacao fino de aroma.
“En un lapso de dos a cuatro años, nosotros ya tendremos una cantidad de áreas cultivadas de cacao con estos nuevos clones para satisfacer la demanda local”, comentó Domínguez.
Para José Cedeño, productor cacaotero, los nuevos tipos del grano nacional cambiarán la historia cacaotera ecuatoriana. “Estos materiales presentan las condiciones deseables que el agricultor requiere en el campo, lo cual mejorará su calidad de vida”.
El Iniap informó que estos dos clones de cacao reflejan la labor de un equipo técnico que desarrolló un paquete tecnológico que incrementará la producción del cacao nacional, sin la aplicación de riego artificial, conservando características de calidad sensorial. (I)