«En el largo plazo, si queremos mantener a la empresa como líder mundial en términos de producción de cobre, evidentemente tenemos que estar en el extranjero», afirmó al diario El Mercurio el vicepresidente de Recursos Mineros y Desarrollo de Codelco, José Pesce.
Hace once años que la compañía estatal estudia diversas oportunidades de crecimiento en el plano internacional, con el fin de ampliar su producción más allá de los proyectos estructurales que impulsa en el país suramericano, y competir con el resto de las mineras del sector privado.
Este 2017, constituirá una compañía minera en alianza con la empresa pública ecuatoriana Enami, para desarrollar en conjunto el yacimiento Llurimagua, en la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador.
Dicha iniciativa tendrá un costo de 40 millones de dólares y sus recursos mineros fueron cuantificados en 1.500 millones de toneladas, que serán operados por Codelco, mientras aún se conversa la participación en acciones que tendrá la organización.
«En Chile hay mucha exploración y las probabilidades de encontrar algo importante son cada vez menores y, si existen, están a mayor profundidad», explicó Pesce.
En 2008, Codelco vendió su participación en Pecobre, en México, a la vez que decidió continuar con sus indagaciones en Ecuador, que «tenía menos del 10 % de su territorio con alguna exploración geológica, al revés de Chile que lo tenemos explorado casi entero», puntualizó Pesce. .
Codelco cuenta con un presupuesto para la exploración de 200 millones de dólares para el período 2017-2020, pero las acciones realizadas en el plano mundial «probablemente tengan resultados en seis a ocho años más», precisó el ejecutivo.
De acuerdo al organismo público, la internacionalización es la forma de diversificar riesgos políticos, económicos y productivos.
Respecto a Brasil, la filial de Codelco en ese país, creada hace más de una década, se concentra en la búsqueda de depósitos de hierro, cobre y oro, a través de dos proyectos en el estado de Pará: Trancredo y Libertade.
Por otra parte, una delegación de la cuprífera viajó en abril pasado a Mongolia, con el fin de consolidar la entrada de Codelco al mercado asiático del metal rojo y conocer el yacimiento Oyu Tolgoi.
Allí se encuentra la mayor inversión minera en la historia mongoliana, ubicada en la zona desértica de Gobi Sur, una de las más ricas de cobre en todo el mundo.
En ese país, la estatal suscribió una alianza técnica con la empresa pública Erdenes Mongol, para intercambiar información, tomar conocimiento de cómo funcionan los negocios en ese país y estudiar un posible ingreso a esas faenas en un futuro.
En el primer trimestre de este año, Codelco produjo 390.000 toneladas de cobre, que supone una caída del 11 % interanual, que se explica principalmente por un descenso del 3,7 % en la ley del mineral (proporción de cobre contenida en el material que se extrae).
La minera, no puede reinvertir los beneficios que obtiene, que en el primer trimestre de 2017 alcanzaron los 534 millones de dólares, lo que ha provocado que se endeude y dependa de las inyecciones de capital del Gobierno para financiar sus operaciones.
La última gran capitalización fue de 475 millones de dólares este año, según lo establecido en la ley reservada del cobre.
Por un decreto de ley promulgado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Codelco está obligada a destinar el 10 % de sus ventas a las Fuerzas Armadas.
Fuente: EFE