Con la audiencia pública en Santa Elena, el próximo martes, la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional retomará la consulta prelegislativa del Código Ingenios. Ese proceso comenzó el 8 de abril y debió culminar el 21 de este mes. La socialización continuará en Cuenca y Azogues el 4 de mayo y concluirá el 5 en Machala.
Antes del terremoto que afectó la provincia de Manabí, el 16 de abril, los miembros de la comisión habían visitado las provincias de Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Napo, Pastaza, Orellana, Manabí, Los Ríos, Guayas, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Pichincha, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Morona Santiago. Biodiversidad, conocimientos ancestrales, protección de los recursos biológicos y genéticos, derechos colectivos y patentes son, entre otros temas, los que la Comisión de Educación socializó con la ciudadanía. La norma es un amplio documento, según el asambleísta Gastón Gagliardo, miembro de la mesa legislativa, pero se hace énfasis en 13 artículos relacionados con el aprovechamiento de la biodiversidad y los saberes ancestrales, protección de recursos biológicos, acceso a recursos genéticos y sus fines comerciales, conocimientos tradicionales, entre otros temas.
“Necesitamos que la ciudadanía aporte con sus propuestas para hacer un excelente proyecto que busca que los ecuatorianos en el futuro seamos innovadores, creativos y que creamos en lo nuestro”, aseguró. También se da paso a otras inquietudes, como las relacionadas a los derechos de autor. En la audiencia del 9 de abril en Guayaquil, a los artistas les preocupó el asunto de las regalías que podrían obtener, por ejemplo, por un programa de televisión.
Querían saber qué pasa cuando un programa, que salió del aire hace tiempo, vuelve a emitirse. A los actores les pagaron en el pasado pero en la retransmisión ya no tienen oportunidad de cobrar. Por eso sugerían que esos derechos fueran irrenunciables. A estas preocupaciones se suman otros temas, como la implementación de las políticas públicas en cuanto a investigación e innovación; la protección de los conocimientos ancestrales; entre otros.
Para el artista Luis Padilla Guevara hay contenidos ambiguos. “La idea en sí es bonita, pero el problema es que no tenemos una cultura elemental de lo que se trata el código Ingenios. Se habla de protección de la biodiversidad y de los conocimientos ancestrales, pero cuáles son estos conocimientos, cuál es esta biodiversidad, qué queremos proteger si no tenemos un inventario de los elementos que se busca proteger”, se preguntó.
Advirtió que debe definirse bien estos temas, puesto que hay aspectos de la misma biodiversidad o conocimientos ancestrales que se aplican en otros países como Perú o Brasil, por lo tanto, esos saberes son muy difíciles de patentar. Técnicos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) afirmaron que el proyecto establece la creación de un inventario nacional, tanto de recursos genéticos como de recursos tradicionales.