Un cabezazo del defensa Yerry Mina al conectar un lanzamiento de esquina, registró la única diana del partido.
Este jueves la Selección Colombia derrotó 1-0 a Senegal, en la última jornada de la fase del grupo H. Con este resultado el equipo de Pékerman clasificó a octavos de final del Mundial de Rusia 2018 siendo el primero del grupo.
El primer tiempo fue de choque y desgaste por parte de ambos equipos. El equipo de Pékerman intentaba llegar con toques cortos, pero los senegaleses cortaban el juego, Falcao recibió muchas faltas en cercanía al área y Juan Fernando Quintero lo intentó un par de veces con la pelota quieta, pero el portero africano se hizo figura.
Pero Senegal no se quedó atrás y respondió a una internada de Sadio Mané en el área grande, pero el crack del Liverpool cayó ante el corte deslizante de Dávinson Sánchez cuando intentaba taponarle el remate.
El árbitro serbio Milorad Mazic sancionó la acción como pena máxima, a los 16 minutos, pero la protesta de los colombianos obligó al central a revisar la jugada con el videoarbitraje. ¿Resultado? No hubo penal: primero fue el contacto del zaguero de los ‘Spurs’ con la pelota y luego la caída de Mané ante la barrida del central. Colombia respiraba aliviada.
Minutos después, James Rodríguez, molesto físicamente, tuvo que dejar el campo. Entró en su reemplazo Luis Fernando Muriel, de mejor segundo tiempo que primero.
Para el segundo tiempo las acciones comenzaron de la misma manera, pero un gol de Polonia en el otro partido del grupo, que se jugaba en simultáneo, aplacaba la angustia, pues Colombia se metía por la derrota de Japón. Al minuto 62 Jan Bednarek remató con la derecha desde y la pelota se fue por el lado derecho de la portería.
El 0-0 era un buen negocio para los leones senegaleses pues se metían a los octavos, mientras los colombianos saltaron para la segunda mitad como iniciaron el partido: eliminados del Mundial. Repuntó Senegal en el comienzo de la segunda parte, pero le costaba sellar el partido y la serie, y sólo podía estar cerca del desequilibrio cuando la pelota pasaba por los pies de Mané.