Uno de los temas recurrentes, es el de las condiciones en las que se crearía la Unidad Técnica de Seguimiento, que apunta a ser el ente que evalúe el impacto de las leyes una vez que se aprueban, inclusive para analizar si se necesitan hacer reformas y comprobar la efectividad de las normativas. “Debemos llegar al segundo debate con un informe que recoja todos los insumos y consensos posibles y este tema debe estar claro”, dijo Johanna Cedeño, presidenta de la comisión.
Dentro de las observaciones presentadas por escrito, el asambleísta Moisés Tacle, propone que se corrija lo que según él es una arbitrariedad de los ponentes de una ley. Es decir, la potestad que tienen para recoger o no las observaciones realizadas en el Pleno. La propuesta es que el proyecto debe regresar a la respectiva comisión para que se analicen las observaciones.
El tiempo de espera para iniciar una sesión o declararla sin quórum también es objeto de observaciones. En la propuesta actual se habla de 45 minutos. Sin embargo, para los asambleístas es un tiempo excesivo y proponen que sean entre 10 y 15 minutos. “La hora de convocatoria a una sesión debe respetarse y con la propuesta lo que hacemos es dejar por sentado el retraso”, aseguró la asambleísta Reyta Dahik.
El lunes de la próxima semana se realizará una reunión de asesores, para que analicen las observaciones. Luego, los asambleístas separarán las sugerencias que son de fondo con las que son de forma, para no perder tiempo en el debate de temas que ya se trataron. La idea es salir al receso legislativa (15 de agosto) con todos los insumos, para que al regresar empiecen a escucharse las voces de los proponentes.