La mañana de este sábado, Oscar Ayerve y Fernando Palacios, miembros del directorio del Comité Empresarial de la Capeipi, en rueda de prensa expresaron su preocupación por lo que ellos aseguran son las «graves consecuencias» generadas por el retraso acumulado en el pago a proveedores, el cual ascendería a $ 500 millones, debido a la prolongación de la parálisis productiva derivada de la cuarentena por la pendemia de COVID-19 que afecta al Ecuador.
«La situación actual de iliquidez en el sistema, de eliminación de inversión pública en los grandes proyectos de infraestructura como política de Estado y actualmente el no pago de proveedores, esto nosotros estamos tomando como uno de los más graves hechos en la vida económica del país, porque se convertirá en un disparador de la crisis. Si hasta ahora tenemos un alto índice, 350 000 empleos que se han perdido desde que inició la epidemia, este va a ser un disparador que probablemente va a generar muchísimo más desempleo», aseguró Palacios.
Los miembros del Comité Empresarial de la Capeipi creen que esta situación significará una crisis a todo nivel, pues al no existir recursos en las pequeñas y medianas empresas, eso afectará al pago de obligaciones con el Estado como la seguridad social, el pago de impuestos en el Servicio de Rentas Internas…
Palacio explica que cuando al proveedor no se le paga, pero se le exige que por los proyectos ejecutados pague los impuestos sobre sus facturas, que pague el IESS, eso genera una fuerte crisis para los sectores económicos industriales y empresariales del país.
Por su parte, para el dirigente empresarial Oscar Ayerve las ofertas de presidente Lenín Moreno no están funcionando. Según él, la crisis existente es gravísima, el desempleo aumenta y la capacidad productiva nacional está siendo seriamente afectada.
«Hay que rectificar inmediatamente (…). La pandemia y la corrupción avanzan aceleradamente y las soluciones al problema no, la burocracia no funciona y, menos aún, los responsables de dar soluciones al sector productivo nacional. Se requiere de la voluntad política para los sectores financieros económicos respondan a las necesidades del sector productivo», aclaró Ayerve.
Aunque los dirigentes no presentaron número exactos de cuántas empresas habrían cerrado en este tiempo, debido a que es un tema muy activo y cambiante, Palacios informó que al momento la Capeipi tiene alrededor de un 25 % de pérdida de afiliaciones, es decir, cerca de unas 300 empresas ya tendrían complicadas sus economías
Ayerve apuntó que el sector empresarial ya no puede esperar más tiempo para que se paguen los rubros adeudados desde el Estado. El tema en este momento, dice, es que prioridad tiene el Gobierno y el Estado para que esta economía sea activada positivamente y de inmediato. Su crítica se centró en que «cuando el empresario debe no hay plazo, pero cuando el Estado debe no le importa».
Nota Original: El Universo – LINK