El conductor de la camioneta que el lunes 23 de abril atropelló a peatones en la ciudad canadiense de Toronto, con saldo de 10 muertos y 15 heridos, fue inculpado el martes 24 de abril en un tribunal de 10 cargos de homicidio premeditado.

El Telégrafo

En su primera aparición ante una corte, Alek Minassian permaneció de pie vestido con mono blanco de presidiario, la cabeza rapada y las manos detrás de la espalda. También fue acusado de varios cargos de intento de asesinato.

La policía canadiense busca determinar los motivos que llevaron Minassian a atropellar de forma «deliberada» a los transeúntes en una acera de Toronto.

El atropellamiento tuvo lugar a unos 16 km de donde se celebraba una reunión de los cancilleres del Grupo de los Siete (G7), pero funcionarios estatales aseguraron que no había evidencias de que el incidente haya tenido que ver con ese evento.

La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que la reunión del G7 continuará este martes como lo planeado.

«Claramente deliberado»

«Este acto parece claramente deliberado», dijo el jefe de la Policía de Toronto, Mark Saunders, en una conferencia de prensa. El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, afirmó que «la información disponible en esta etapa indica que este acto no parece estar relacionado con la seguridad nacional». «Día horrible en Toronto», había tuiteado antes. «No debemos comenzar a vivir con miedo, en la incertidumbre» cotidiana «cuando andamos por nuestras ciudades», dijo por su lado el martes 24 de abril el primer ministro Justin Trudeau antes de una reunión del Consejo de Ministros en Ottawa.

«Los canadienses de todo el país están impactados y entristecidos por este ataque sin sentido», agregó, aunque señaló que «debemos seguir siendo un país abierto y libre y cómodo con sus valores».

Al igual que Goodale, Trudeau descartó que el ataque tuviera vínculo con el terrorismo: «no tiene conexión con la seguridad nacional», dijo. La policía arrestó al acusado en el lugar de los hechos, en un suburbio del norte de Toronto. Minassian confrontó a un oficial de policía, pero a la postre bajó su arma y fue detenido.

Quince personas permanecían internadas en hospitales de toda la ciudad, informó Saunders, y agregó que investigadores locales, estatales y federales participan de las investigaciones. Dos surcoreanos figuran entre los 10 fallecidos y uno entre los heridos, dijo un funcionario de la cancillería de Seúl.

Fuente: El Telégrafo