El nuevo acuerdo, que tanto Gobierno como guerrilla calificaron de definitivo, pasa ahora a la etapa de implementación. Los guerrilleros tienen 150 días para dejar las armas, según dice el acuerdo.
Este miércoles la Cámara lo aprobó con 130 votos a favor y 0 en contra, de 166 legisladores.
El martes, el Senado lo aprobó por 75 votos a favor (de 102 senadores), y cero votos en contra.
En ambas votaciones la bancada del partido opositor Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, se ausentó del recinto parlamentario para rechazar lo acordado.
En el debate esta semana tuvieron cabida algunos de los promotores del sí y del no en el plebiscito del pasado 2 de octubre, en el que por un margen muy estrecho (50,2%) los colombianos rechazaron el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla más antigua de América Latina, tras cuatro años de negociaciones en La Habana (Cuba).
Además, intervinieron algunos voceros de los movimientos sociales y políticos cuyos líderes han sido amenazados o asesinados en las últimas semanas.
En el nuevo acuerdo se incluyeron algunas propuestas de los promotores del no tras el plebiscito (como la entrega de bienes de las FARC y la eliminación de jueces internacionales), pero se mantuvieron puntos polémicos como la elegibilidad política de los guerrilleros.
El acuerdo es incluye los temas de desarrollo rural integral, participación política de los guerrilleros, erradicación de cultivos ilícitos, la verdad y reparación para las víctimas —en donde se aplica una justicia transicional—, el fin efectivo del conflicto (que incluye el procedimiento de la dejación de armas por parte de las FARC, que será verificada por la ONU) y la implementación.
Desde el 29 de agosto hay en efecto un cese del fuego bilateral que se ha cumplido salvo la muerte de unos guerrilleros a principios de noviembre en un combate.
Según el jefe del equipo equipo negociador, Humberto de la Calle, no es cierto que la discusión del acuerdo en el Congreso carezca de validez, como han argumentado los senadores y representantes a la Cámara del opositor Centro Democrático.
De esta forma iniciaría el cronograma pactado en el acuerdo —este jueves sería el llamado Día D desde el cual empiezan a contar los plazos— para implementar lo pactado.
Para el Gobierno, esto representa nueva esperanza de ponerle fin a un conflicto de más de 52 años que ha dejado 250.000 muertos y cerca de 8 millones de víctimas.
En un país polarizado por cinco décadas de conflicto, el acuerdo renegociado también ha enfrentado críticas. Mientras el gobierno dice que incluyó la mayoría de las propuestas de los opositores, los partidarios del no han afirmado que no es suficiente y que este acuerdo apenas tiene un «retoque».