Collantes Loor se desempeñaba como jueza de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Guayaquil y contra ella se abrió el expediente disciplinario No. MOT-1214-SNCD-2016. Una vez culminado ese proceso, la ex funcionaria fue hallada responsable de manifiesta negligencia, infracción disciplinaria tipificada y sancionada en el numeral 7, del artículo 109 del Código Orgánico de la Función Judicial.
El pasado 17 de noviembre, Collantes protagonizó un altercado con la Policía Nacional y el personal de un restaurante de Guayaquil, pero en esa fecha, ella ya no pertenecía a la Función Judicial.
Según el parte policial correspondiente, al momento de su detención, Collantes se atribuyó el cargo de jueza y agredió física y verbalmente a los agentes que acudieron al restaurante atendiendo un llamado del administrador del local. Posteriormente, fue trasladada a la Unidad de Garantías Penales con Competencia en Delitos Flagrantes, ubicada en Albán Borja. En ese lugar, continuó con los insultos y amenazas al personal policial y se resistió a la respectiva valoración médica del personal de turno.
Tras la respectiva audiencia de formulación de cargos, se calificó la flagrancia y se dio inicio a la etapa de instrucción fiscal por el delito de ataque o resistencia, tipificado en el artículo 283 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Por pedido de la Fiscalía, el juez que lleva el caso dictó medidas cautelares alternativas a la prisión preventiva, entre ellas, la prohibición de salida del país y la obligación de presentarse ante autoridad competente el primer día de cada mes.
En rueda de prensa el viernes pasado en Guayaquil, el Presidente del CJ, Gustavo Jalkh, aclaró que Collantes tendrá que responder ante la ley por sus actuaciones.
“Aquí nadie tiene inmunidad, no está blindado, ni está por encima de la ley como funcionario o como ex funcionario, así que la señora tendrá que responder como ex funcionaria frente a lo que ha realizado”, señaló.