Las pruebas se realizaron bajo estrictas condiciones de bioseguridad y de seguridad tecnológica, con criterios de confidencialidad e integridad de la información. En el complejo judicial norte de Quito se habilitó una sala para las pruebas, y cuatro en la matriz del Consejo de la Judicatura.
Los habilitados para esta fase postulan para 16 cargos en las cinco salas especializadas de la Corte como son: Tributario, civil y afines; laboral; administrativo; y, penal y afines. Los cambios se darán en siete jueces para nueve años; dos jueces para seis años; y, siete jueces para tres años.
El proceso de prueba inició con el registro de los postulantes quienes pasaron a una mesa y tomaron de una urna un papel con el número de computadora asignada, por sorteo, para rendir la prueba teórica. Los aspirantes recibieron la explicación de cómo deben aplicar la prueba por un lapso de dos horas. Según el procedimiento, al concluir la prueba, los aspirantes a magistrados conocerán inmediatamente el puntaje alcanzado
La prueba será calificada por 35 puntos, son 100 preguntas las expuestas a los aspirantes de las cuales 60 son de especialidad y 40 de materia general.
Pedro Crespo, director general del Consejo de la Judicatura, al dar inicio el proceso de pruebas teóricas afirmó que la prueba fue preparada por destacados profesionales que trabajaron en los bancos de preguntas que se encuentran respaldados en una reconocida trayectoria en base a sus méritos y a su cultivada deontología.
Que el Consejo de la Judicatura tiene un verdadero y total compromiso con la honestidad, la imparcialidad, el respeto a la Constitución, la Ley y la lucidez institucional.
Resaltó que este proceso de concurso avanzó en medio de una emergencia sanitaria inédita, una crisis económica sin precedentes y un contexto político que todos conocen, factores que son también grandes obstáculos, pero que pese a ello no se detuvo.
Que más allá de las voces desde ciertos sectores políticos que quieren empañar este concurso, que el país debe tener la seguridad de que el Consejo de la Judicatura actúa con ética, total transparencia, bajo criterios técnicos, y con la firme voluntad de promover una Función Judicial independiente de cualquier influencia política, social, gremial o económica.
“No permitiremos que posiciones interesadas y protervas detengan este concurso y con ello traten de afectar el proceso de reinstitucionalización de la Función Judicial”, subrayó Crespo.
El funcionario comentó que más allá de las limitaciones presupuestarias, técnicas y al difícil contexto en que se encuentra el país, los postulantes se encuentran en una de las fases más importantes del concurso, la prueba teórica que corresponde al 35% de la calificación global de 100 puntos. Que para llegar hasta aquí, los aspirantes superaron varias exigencias y se ha verificado que cumplan con los requisitos iniciales para ejercer el cargo. Que han llegado hasta aquí por sus propios méritos.
Crespo resaltó la presencia de los veedores y se mostró presto para escuchar sus observaciones y a responder sus dudas; su presencia avala que el concurso se desarrolle con apego a la transparencia, la objetividad e imparcialidad.
Ante la prensa, el funcionario rechazó los criterios de que existen supuestas irregularidades, lo que se acepta es que ha habido ciertas falencias que se han corregido, pero que el proceso continuará con absoluta transparencia, afirmó.
Una vez que se culmine la etapa de prueba teórica vendrá la recalificación si los aspirantes jueces consideran que no están de acuerdo con su nota; posteriormente, vendrá la prueba práctica de casos simulados preparados por un grupo de profesionales, y finalmente habrá las audiencias públicas y de impugnación. El proceso de selección y designación de los jueces concluiría el 6 de febrero 2021.
Nota Original: El Universo – LINK