La noche del jueves, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó una actualización de las directrices que regirán en la votación y sistemas de escrutinio en las elecciones que se realizarán el 7 de febrero de 2021.
Una de ellas está relacionada con las actas de recuento, que se da cuando una organización política impugna los resultados del escrutinio. Es así que se habilitará un campo para registrar por qué se genera un acta y deberá tener la autorización de una comisión desde la matriz del CNE, en Quito.
El sistema registrará el número de impresiones para realizar las auditorías y validaciones como el historial de la fecha, hora, nombre y datos del usuario que autorizó la impresión, datos de la IP y computador.
Si una Junta Provincial Electoral decide recontar actas válidas deberá tener la autorización del CNE nacional. Se permitirá a los delegados de las organizaciones políticas tomar fotografías de estas actas y estos documentos deberán estar firmados por los miembros de la mesa de recuento.
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, rescató la necesidad de que no existan “impresiones ligeras de actas, por lo que debe haber una supervisión puntual”.
Después de las votaciones, el escrutinio empezará con las papeletas de elección del binomio presidencial; segundo, las de asambleístas provinciales; tercero, de asambleístas nacionales; y al final, los parlamentarios andinos.
Se resolvió que habrá 350 electores por cada Junta Receptora del Voto (JRV), lo que generó críticas de los consejeros Elena Nájera y Pita.
Nájera consideró que las directrices no estaban acordes con las medidas sanitarias para evitar contagios por la propagación del COVID-19, lo que podría llevar a una “cadena de contagios”, por no reducir el número de electores por junta.
El vicepresidente Enrique Pita coincidió con ella y ejemplificó que hay momentos “picos” durante un proceso electoral, y se generan filas y aglomeraciones, a lo que se suma que los electores “van en familia”. En esa línea, pidió que no se utilicen los pasillos para instalar mesas de votación en los recintos electorales y permitir la movilidad de la ciudadanía para evitar contagios.
La capacitación a los miembros de las JRV serán virtuales, para lo que se buscará el apoyo de la plataforma e-learning; además gestionarán con el Ministerio de Telecomunicaciones para que en los infocentros se dé el acceso a la capacitación. Y se permitirá que esta sea de forma presencial para ciertos miembros que no tengan acceso a medios tecnológicos.
No serán escogidas como miembros de las juntas las personas entre 16 y 17 años, los mayores de 60, las personas con discapacidad y con enfermedades catastróficas que dispongan de carné de discapacidad.
Como medida sanitaria se integrará un grupo denominado de Coordinación Sanitaria, para lo que se contratará personal. Ellos coordinarán la desinfección de los recintos electorales.
También se implementará una plataforma tecnológica para que las organizaciones políticas puedan inscribir las precandidaturas a las diferentes dignidades y las alianzas electorales que implementan para su participación.
Las directrices se aprobaron con los votos de José Cabrera, Diana Atamaint y Esthela Acero; Nájera y Pita, en contra.
Nota Original: El Universo – LINK