La parroquia Tarqui, que dio origen al cantón manabita y donde se concentraba la mayoría de hoteles, así como negocios, quedó devastada por el sismo del sábado 16 de abril.

Dolor. Eso es lo que hay en el corazón de los manabitas. Especialmente en los que viven en Manta, Portoviejo, Pedernales, Canoa y otras localidades. Joselías Sánchez, minutos después del terremoto del pasado 16 de abril, caminó por el malecón de Tarqui, donde habita. Lloraba en silencio, mientras la luz de la Luna reflejaba los escombros. “Fue horroroso ver el panorama, no avancé más, regresé a casa”, aseguró Sánchez, mientras sus ojos se enrojecieron y le brotaron lágrimas.

No podía creer que su Tarqui, zona de la que se sentía orgulloso y que mostraba su progreso, a través de redes sociales, estaba tan golpeada por la fuerza de la naturaleza. Como historiador hizo un recuento de su parroquia, la más devastada por el sismo. Se trasladó al momento cuando se convirtió como jurisdicción.

El nombre se le puso porque en 1929 se celebraba el centenario de la Batalla de Tarqui. “Se la quiso hacer parroquia precisamente en la fecha del 27 de febrero, pero no se aprobó, sino el 9 de octubre”, explicó. Manta y Tarqui comenzaron a crecer con sus primeros pobladores que eran los pescadores. Como ya estaba el ferrocarril se venía desde Santa Ana, Portoviejo y Montecristi hasta llegar a la ciudad.

El tren arribaba a los talleres ubicados en la 114, frente al Banco de Pichincha, y a la estación final, que es donde hoy está la empresa Reina del Camino. Allí empezó a venir la oleada de santanenses que se radicaron en Manta y se asentaron en Tarqui. Ellos fueron los que pusieron los primeros comercios. Se hizo famosa La Placita (entre 1949 y 1950) que hoy es el Mercado de Tarqui, el pulmón de la zona. Joselías expresó que en 1970 se inauguró el actual centro de abastos. Recordó que era concejal y los primeros usuarios fueron los Moreira, los Valle y otras personas que se dedicaban al negocio de abastos. Antes de eso, en la década del 60, esos mercaderes comenzaron a organizarse.

Hubo negociaciones, precisó, para que Carlos Ochoa, quien era el dueño de los terrenos, los vendiera baratos. Allí es cuando empezaron a construirse las primeras edificaciones. La población de comerciantes siempre mantuvo en movimiento las calles céntricas de la parroquia desde las 04:00. “Hay que reconocer que el santanense dio valor económico y laboral que sumado a la fuerza del pescador lograron que Tarqui sea pesquero y comercial. De pronto vino otra incidencia, el turismo”.

Los negocios fueron creciendo y con ellos el sector. El comercio de la parroquia Manta pasó a asentarse aquí. “En eso aparecen los grandes edificios, como Alikan. Había dos grandes centros de diversión el Playita Mía y la carpa Miramar, donde se formaron orquestas. Luego del relato que lo entristeció, el historiador habló sobre los hoteles que se destruyeron: 10 están colapsados, aparte de edificios comerciales y casas.

“Puedo asegurar que la avenida 105 es la más afectada desde la iglesia de San Pedro y San Pablo hasta el puente que une Tarqui con Manta”. En el casco comercial de la parroquia, según el departamento de Planeamiento Urbano Municipal, hay 233.500 metros cuadrados, que equivalen a 23,33 hectáreas. Van desde la calle 101, que es Paseo del Pescador, hasta la avenida 109 y de la playa de Tarqui a la avenida 4 de Noviembre. Son aproximadamente 10 manzanas. Joselías afirmó que a diario circulaban en este sector más de $ 100 mil.

“Era el corazón comercial de la ciudad”. Entre las edificaciones colapsadas están los hoteles El Ancla, Astoria 1 y 2, Miami, un bloque del Panorama en la 108, Umiña, Lun Fun, hostal del Mar, Mayita 2, los centros comerciales Felipe Navarrete y Adrianita. Además, la ferretería El constructor. Siguen en pie, pero con daños, los hoteles Felipe Navarrete, Panorama, Vista Alegre, Las Gaviotas y Boulevard. Mediante un recorrido el personal del Cuerpo de Ingenieros del Ejército en la llamada zona cero (centro de Tarqui) determinó que el 26% de las construcciones en el sector se demolerá. El concejal Jhonny Mera aseguró que esta situación será un gran golpe para las actividades comerciales. “Para mí, Tarqui es el motor económico de la ciudad”, reiteró.