Indicadores específicos de inteligencia ahora muestran que Corea del Norte está lista para su sexto ensayo nuclear subterráneo en cualquier momento, dijeron dos funcionarios estadounidenses a CNN el viernes.
Imágenes recientes de satélite indican un cambio potencialmente significativo en el sitio de prueba de Punggye-ri, dijeron los funcionarios. Durante semanas, los satélites habían observado una extensa actividad en la superficie, incluyendo vehículos, personal y equipo, así como dos entradas de túnel excavadas.
Pero las imágenes más recientes muestran que la actividad se ha detenido. Eso es un cambio similar en el patrón de actividad justo antes de las pruebas anteriores, lo que indica que todos los preparativos finales están completos, dijeron las autoridades.
«Se estima que Corea del Norte está lista para realizar un ensayo nuclear en cualquier momento si su dirigencia decide hacerlo», dijo en una rueda de prensa Lee Duk-haeng, portavoz del Ministerio de Unificación de Corea del Sur. Dijo que «las autoridades de inteligencia de Corea del Sur y de Estados Unidos evalúan que Corea del Norte está lista para llevar a cabo una prueba nuclear en cualquier momento en la decisión del liderazgo».
Corea del Norte también continúa moviendo equipos y personal que podrían utilizarse para lanzar misiles balísticos, dijeron las autoridades estadounidenses. Sin embargo, advierten que es imposible que Estados Unidos sepa cuándo ocurrirá un lanzamiento móvil o una prueba nuclear subterránea. Corea del Norte tiene una historia de mover personal militar y equipo para engañar satélites que el régimen sabe están observándolos.
Estados Unidos mantiene la presencia de un avión WC-135 en la región, que puede realizar el muestreo de aire después de una sospecha de prueba subterránea. En los últimos casos de las pruebas nucleares de Pyongyang, uno de los primeros indicios de que una explosión subterránea ha ocurrido es la actividad sísmica recogida por el Servicio Geológico de EE.UU. en la ubicación del sitio de prueba de Corea del Norte.
Todo esto se produce en un momento en que la administración Trump está revisando si hay nuevas opciones para tratar con Corea del Norte, una situación que los gobiernos de Trump y Obama coinciden que es extremadamente difícil de manejar.
En privado, los comandantes militares estadounidenses han dicho que cualquier ataque preventivo por parte de Estados Unidos probablemente resultaría en un ataque de Corea del Norte contra Seúl, lo que causaría consecuencias desastrosas.
En un viaje a Asia a comienzos de este mes, el secretario de Estado Rex Tillerson reconoció en Tokio: «Creo que es importante reconocer que los esfuerzos diplomáticos y otros de los últimos 20 años para llevar a Corea del Norte a un punto de desnuclearización han fracasado».
Ese sentimiento ya fue expresado a finales del año pasado por el entonces director de Inteligencia Nacional, James Clapper, quien llamó al esfuerzo para que Corea del Norte renunciara a su programa nuclear «probablemente una causa perdida».