El Mandatario -durante la inauguración del Complejo Judicial del norte de Quito- recordó que uno de los pilares de la reforma en la justicia ecuatoriana es el «fortalecimiento de la carrera judicial con base a la más estricta meritocracia».
Así recordó los distintos concursos que se han efectuado para llenar las vacantes de jueces en el país. En ese punto, el gobernante recordó que sectores de oposición sacaron a relucir el caso de Collantes que, luego de haber sido destituida como jueza, protagonizó un escándalo el 17 de noviembre pasado en un restaurante de Guayaquil.
Ese día la exfuncionaria, en estado etílico, se negó a pagar la cuenta de $ 126 en el local y amenazó a los policías que la detuvieron. «… sacaron a una exjueza que había sido destituida, que se había pasado de tragos y hacía alarde de su supuesto poder, y esa era la muestra de que nuestros jueces no servían y que todo había sido dado a dedo.
Esa era la mayor demostración de independencia de poderes, porque si era de Alianza PAIS, cómo pudo haber sido destituida. No resiste la mayor lógica», indicó el Primer Mandatario.
Correa agregó que el caso de Collantes «demostró machismo y yo no escuché que nadie se quejara de aquello. Hablaron del vestido de la jueza, de su comportamiento». El Presidente recordó que otro juez «sin estar bajo los efectos del licor, había tenido actitudes igualmente prepotentes.
Duró dos días el escándalo, con la pobre jueza duró dos meses, se burlaron de ella, le hicieron muñecos». «¿Quién denunció ese caso de machismo? Ensañados con esa pobre joven (…) No hagas a otros lo que no quieres que te hagan», manifestó Correa.