Correa, en una entrevista en la ciudad de Chone (oeste), dijo sospechar que pudo darse alguna alteración de datos en las mesas de votación durante el escrutinio de la primera vuelta electoral del pasado 19 de febrero, en perjuicio del movimiento oficialista.
En esa primera vuelta electoral, con ocho postulantes en la papeleta, el candidato presidencial de AP, Lenín Moreno, alcanzó el primer lugar con el 39,36 por ciento de votos, seguido del opositor Guillermo Lasso, del movimiento CREO, con el 28,09 por ciento.
Moreno se quedó a muy poco de alcanzar el 40 por ciento de los votos, la cifra mínima que la normativa interna considera para ganar la Presidencia en una sola vuelta, siempre que la diferencia con el segundo más votado supere los diez puntos porcentuales.
«Nos hubiera encantado ganar en una sola vuelta, no era fácil», señaló Correa al recordar que el oficialismo sacó una ventaja superior a un millón de votos al segundo, aunque no alcanzó el umbral mínimo del 40 por ciento.
Para Correa, «el triunfo ha sido aplastante», aunque opinó que pudo haber alguna manipulación de datos en las mesas de votación.
Mencionó, por ejemplo, que mientras el promedio de votos en blanco por cada mesa electoral es de un 2,5 por ciento, en sectores del norte de Quito llegaba a menos del 0,7 por ciento, algo que dijo genera sospechas.
Según Correa, en las mesas de votación, a los votos en blanco alguien puede hacer «una rayita y ya son votos para Lasso» o si son sufragios en favor de Moreno «le hacen una rayita y ya son votos nulos».
También puso como ejemplo el caso de una mesa de votación con 300 votantes, en la que Moreno obtuvo 200 votos y Lasso 50, aunque en el acta de escrutinio «le ponen 50 a Lenín y 200 a Lasso y el resultado es el mismo».
«Es difícil de detectar esas cosas», que se llaman «actas con inconsistencias» numéricas y sobre las que Alianza País ha denunciado más de 2.000 casos, que tiene que revisar el CNE, añadió.
El mandatario afirmó que «es prácticamente imposible hacer fraude a nivel del Consejo Nacional Electoral», por la serie de controles políticos y técnicos que se aplican, además de la observación internacional.
«Si ha habido fraude, ha sido en las mesas» y ahí es donde «se pudo alterar la voluntad popular y creemos que hubo mucho de eso, en contra de Alianza País, pero no en el CNE, sino en las mesas», añadió.
Según Correa, también hubo debilidad del oficialismo para controlar el cien por cien de las mesas electorales durante las votaciones del 19 de febrero.
Dijo que el movimiento de oposición CREO tuvo delegados en todas las mesas electorales del país, mientras que AP apenas en el 75 por ciento de ellas.
Por ello, remarcó que, si bien el oficialismo tuvo «deficiencias en esta elección», se «corregirá para la segunda» ronda de los comicios del 2 de abril.
El mandatario expresó su esperanza de que el oficialismo venza en la segunda vuelta electoral, pese a la «campaña sucia» que piensa que la oposición desatará en la etapa de proselitismo previa a esos comicios.
«Esperamos ganar con unos dos millones de votos» de ventaja sobre Lasso, aunque «no subestimaos a nadie», apuntó Correa.