«Con qué alegría voy a quemar al viejo» año (2015), escribió Correa en su cuenta de Twitter, en referencia a la tradición ecuatoriana de elaborar monigotes de personajes o de hechos que han generado interés o malestar, para quemarlos a la medianoche del 31 de diciembre.
«Año durísimo, donde hemos gobernado sin un solo centavo de ingreso petrolero para el Gobierno central», aseguró el mandatario, aunque dijo que, pese a las dificultades financieras, «todas las semanas se inauguran obras históricas» en el país.
El petróleo es el principal producto de exportación y una de las más importantes fuentes de ingresos para Ecuador, cuya economía está completamente dolarizada desde el año 2000.
En Ecuador, esta última semana del año, las familias elaboran los monigotes, también llamados «Año viejo», con las imágenes de personajes de la vida política, artística o social del país, así como de acontecimientos importantes, para quemarlos en la Nochevieja.
La imagen del propio Correa, según artesanos que elaboran para la venta los monigotes, es una de las de mayor demanda, junto a las de políticos como el opositor alcalde de la ciudad portuaria de Guayaquil, Jaime Nebot, o el exlegislador, también crítico del Gobierno, Andrés Páez.
La quema del «Año viejo» también va acompañada con los deseos de mejores días para el año que comienza (2016), por lo que Correa aprovechó para pedir unidad a los simpatizantes del oficialismo de cara a las elecciones de 2017.
El año 2016 será un «año electoral. A estar atentos. Nuestra oposición no son solo los de siempre, sino los medios (de comunicación) mercantilistas. Sin ellos, los opositores ni existieran», escribió Correa en su cuenta.
«A trabajar con más fe que nunca para construir la nueva victoria del 2017. Un maravilloso 2016 para todos, con especial afecto para nuestros migrantes» en el exterior, concluyó el mandatario en su mensaje de Twitter.