«Esto para beneficio de inescrupulosos que obtuvieron provecho económico como futbolistas, imponiéndoles como condición de trabajo, aprovechándose de su situación de pobreza, para que lo hagan con una identidad falsa», dijo el consejero. En un conversatorio con la prensa, Burbano manifestó que sus aseveraciones se basan en documentación enviada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) a la Veeduría.
Uno de los casos, explicó, corresponde al DT. Juan A., quien habría aconsejado a la madre de Mateo T. «bajarle la edad» a su hijo. El chico fue trasladado a San Lorenzo y luego a Guayaquil como Fabiano T. En un segundo caso, Duberman C. habría gestionado la alteración de datos del jugador Josué C., quien fue trasladado a Río Verde y luego a Quito como Johao M. El tercer caso es el de David O., quien habría gestionado la alteración de datos de César O., que fue trasladado de Esmeraldas a Guayaquil bajo el nombre de Francisco O.
El consejero del Cpccs dijo que poseen 10 casos documentados, pero que presentarán estos 3 ante la Fiscalía para «que se investigue a la FEF y a los clubes para conocer cuál es el grado de participación de adulteración».