La situación más compleja se da en el norte de la provincia de Santa Fe, donde hay medio centenar de familias aisladas en zonas rurales totalmente anegadas que dependen de la ayuda que reciben mediante helicópteros sanitarios, informó Protección Civil. El pronóstico anticipa que se esperan al menos tres días más de lluvias intensas, constantes y generalizadas en la región que permanece bajo alerta meteorológica.
Según estimaciones, la región recibió en lo que va de enero el equivalente a las lluvias que normalmente se producen en todo un año. Una mujer y su hija murieron ahogadas el jueves cuando intentaban cruzar con su auto un puente sobre un un arroyo en Paso de los Libres, provincia de Corrientes, y el vehículo fue arrastrado por el agua.
También en Corrientes un hombre que había sido reportado desaparecido fue hallado ahogado en un arroyo. La cuarta víctima fatal se registró en la provincia de Santiago del Estero, donde un niño de cuatro años que se desplazaba junto a su padre en una motocicleta falleció al ser golpeado por una rama que cayó producto de la tormenta, reportaron autoridades.
La zona productiva de Santa Fe, en la rica pampa húmeda, es una de las más dañadas porque recibe las aguas que drenan de la región norte. “Aquí entra el agua que llega de Santiago del Estero y de Chaco”, explicó al canal TN el ingeniero agrónomo Daniel Chersich, responsable de Protección Civil Zona Norte de la provincia de Santa Fe.
“El problema no son los evacuados sino los que están aislados, si no entramos con helicópteros no podemos ayudarlos, ayer (sábado) se sacaron unas 70 personas, entre ancianos, niños, personas con enfermedades crónicas o medicadas”, explicó. Sin embargo muchos pobladores rurales “se resisten a dejar sus casas, sus animales y se les deja bolsones con provisiones en lugares y horarios determinados”, indicó.
Según Chersich las pérdidas agropecuarias son millonarias. “A nivel producción, se perdieron unas 10.000 hectáreas de algodón y en otras 40 000 hectáreas de soja, las pérdidas son totales”, evaluó. También la cría de ganado resultó afectada. “La hacienda ya no tiene más tierras altas, hay mucha mortandad de terneros porque ya no hay lugar seco adonde llevarlos”, dijo.
Imágenes divulgadas por redes sociales mostraban decenas de animales arrastrados por la corriente del agua en campos totalmente inundados.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK