El jefe del cartel de Sinaloa estrena por estos días celda especial en un penal de Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, a apenas unas decenas de kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Un grupo de seguridad de funcionarios mexicanos y del Buró Federal Investigaciones de Estados Unidos y de la agencia antidrogas (DEA) de ese país, custodiaron el traslado de Guzmán desde una cárcel de alta seguridad en el estado de México, colindante con esta capital.
Horas antes del operativo, un juez federal mexicano se pronunció a favor de su extradición a Estados Unidos, por lo que ahora la Cancillería local dispone de 30 días para concretar su entrega a autoridades estadounidenses, donde El Chapo enfrenta causas en varias cortes de justicia.
La información la ofreció el abogado del capo, José Refugio Rodríguez, quien se declaró convencido de las autoridades mexicanas apuestan por entregar a su cliente a Estados Unidos.
El recurso de extradición a EE.UU. no sería novedoso en casos de presos mexicanos por cargos de narcotráfico, pero en fecha anterior el gobierno mexicano dijo preferir juzgar a Guzmán por sus crímenes en el país.
Así fue antes de que escapara en 2014 del penal de alta seguridad del Altiplano, adonde regresó tras su recaptura en enero en la ciudad de Los Mochis, en su estado natal de Sinaloa. Fue la segunda vez que El Chapo escapó de cárceles de su país.