Otros cuatro ciudadanos norcoreanos también murieron en el accidente, según el portavoz del ministro chino de Exteriores, Lu Kang. El accidente tuvo lugar en la provincia de Hwanghae en el norte del país, al sur de Pyongyang.
El presidente de China Xi Jinping presionó a Corea del Norte para que hiciera un esfuerzo total para salvar las vidas de dos turistas chinos que quedaron con heridas de gravedad, y para que gestionara los asuntos de los 32 muertos, según la prensa estatal china.
La agencia Xinhua reportó que Xi le pidió al Ministerio de Asuntos Exteriores y a la embajada en la República Popular de Corea este lunes usar “todos los medios necesarios” para atender a las víctimas del accidente.
Los visitantes chinos representan la gran mayoría de los turistas extranjeros en Corea del Norte, muchos de ellos cruzan la frontera desde la ciudad china de Dandong.
El ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó que las autoridades de Corea del Norte habían contactado a su embajada en Pyongyang y un grupo de la embajada “se apresuró a ir al lugar del accidente”.
A medio día del lunes, hora local, el Ministerio había despachado a un equipo de médicos a Corea del Norte para que participaran en las labores de rescate.
El portavoz no dio detalles sobre cómo ocurrió el accidente pero dijo que el asunto estaba siendo investigado y que China permanecía en constante comunicación con el lado norcoreano.
Chinos, la mayoría de turistas en Corea del Norte
Aunque no se tienen cifras concretas, el número de visitantes chinos en Corea del Norte podría ser de unos 100.000 al año, según Simon Cockerell, gerente general de Koryo Tours, uno de los principales operadores turísticos para visitantes no chinos en Corea del Norte.
En comparación, entre cuatro y cinco mil turistas no chinos visitan Corea del Norte cada año, dijo Cockerell.
El accidente se produce cuando Corea del Norte al parecer está involucrada en una ofensiva de encanto diplomático. El mes pasado el líder norcoreano Kim Jong Un se reunión con su contraparte china, Xi Jinping, en su primera visita oficial fuera del país, y tendrá esta semana una reunión bilateral con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la Zona Desmilitarizada de Corea (DMZ).
Las reuniones se consideran en gran parte precursoras de la cumbre planeada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tentativamente programada para finales de mayo e inicios de junio. La ubicación para esa reunión histórica —la primera entre un presidente en ejercicio de Estados Unidos y un líder norcoreano— aún no ha sido confirmada.
Una oportunidad de viaje única
Aunque el país permanece en gran parte cerrado para visitantes, allí aún hay una industria pequeña de turismo. Viajes independientes no son posibles, ya que todos los visitantes deben ser guiados por el país por guías del Ministerio de Turismo. Sin embargo, a Corea del Norte han estado llegando turistas en los últimos años.
Viajar a Corea del Norte plantea una serie de cuestionamientos difíciles, entre ellos el tema ético de apoyar a un régimen represivo. Para aquellos que optan ir, es una oportunidad de echar un vistazo a uno de los países más alejados, incomprensibles y temidos del mundo.
Entre 20 y 30 agencias de turismo internacionales —muchas de ellas con sede en China— actualmente operan viajes a Corea del Norte.
Estados Unidos ha congelado los viajes de sus ciudadanos en los últimos meses después de la muerte del turista estadounidense Otto Warmbier, quien fue encarcelado en el represivo país estalinista, aparentemente por intentar robar un póster de propaganda de su hotel. Después de pasar cerca de un año y medio en una prisión norcoreana, el estudiante de Ohio murió poco después de ser liberado de custodia y de ser repatriado.
Fuente: CNN en Español