Este año, 423.000 venezolanos han ingresado a Ecuador desde Colombia a través de la frontera de Rumichaca, cerca de la ciudad de Ipiales.
Ecuador estableció el fin de semana normas que exigen que los venezolanos presenten pasaportes, en lugar de solo su cédula de identidad, y Perú hará lo mismo desde el sábado.
Una decena de policías ecuatorianos observaron a los venezolanos cruzar la frontera, pero no hicieron nada para detenerlos. «Solamente queremos que Ecuador nos apoye para seguir avanzando, porque nosotros nos dirigimos a Perú, donde podemos trabajar», dijo Yorian Alcides Gámez.
La tensión de los inmigrantes, que duermen en carpas o en las calles, aumenta a medida que las condiciones empeoran y el dinero para comprar alimentos comienza a escasear.
«Realmente estamos muy decepcionados, nos sentimos solos, desesperados», dijo Deisy Santana, una ingeniera de construcción de 48 años. «Algunas personas han viajado a pie 30 días y sus pies están destruidos».
Los Ministerios de Exterior e Interior de Ecuador no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La economía de Venezuela enfrenta un fuerte declive y hay oleadas periódicas de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien argumenta ser víctima de una «guerra económica» encabezada por Washington, diseñada para sabotear su administración mediante sanciones y aumentos de precios.
Los migrantes parecen abandonar Venezuela cada vez en peores condiciones, lo que ha hecho que algunos países que en principio acogían con los brazos abiertos a los venezolanos ahora les den la espalda debido al flujo incesante de migrantes.
Fuente: El Universo
