El Ministro del Interior, el general Diego Mejía, comandante General de la Policía Nacional; los generales Milton Zárate y Edmundo Moncayo, y los comandantes de la zona 4 y distrito Manta, estuvieron en el acto que comenzó con la lectura de varios artículos de la Constitución de la República y las leyes que rigen la vida profesional de los 47 mil servidores policiales, que laboran en el país.
Tras la lectura de la parte legal y las resoluciones para la desvinculación de los uniformados, el coronel Pablo Aguirre, comandante de la zona 4, acompañado del coronel Mauro Vargas, comandante del distrito Manta, entregó de manera simbólica al Ministro, las gorras y palas del personal separado de la Institución. Entre ellos, policías, cabos, sargentos y suboficiales.
En su intervención, Serrano mencionó que la democracia exige ética, transparencia, lealtad, fidelidad a los símbolos patrios y al uniforme que ha sido entregado a los funcionarios policiales. Aquel uniforme que le pertenece a las y los ecuatorianos, y que es entregado en símbolo de confianza y esperanza para vivir en una sociedad sin miedo.
Garantizar y proteger
“Hace algún tiempo, el Estado ecuatoriano tomó la decisión de realizar un proceso de autodepuración en las filas policiales, por dos aspectos: para garantizar la seguridad de los ecuatorianos y para la protección de los buenos elementos policiales. Ustedes policías deben ser reflejo de nuestra ciudadanía, no hay marcha atrás para volver a una Policía del pasado”, indicó el funcionario.
Así mismo, expresó que estas decisiones tomadas por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional ratifican la democracia. Convocó a las y los policías a continuar trabajando por esta Patria que requiere seguridad y espera que tengan que desvincular a menos uniformados y felicitar a más por su trabajo contra la delincuencia. “Estamos al lado de los policías honestos” finalizó.
Con la renovación del juramento Institucional que señala: “Respetar la Constitución y las leyes de la República, proteger y defender a la sociedad ecuatoriana y sus bienes, velar por el honor y prestigio institucional, ofrendando mi vida si fuese necesario”, se dio por finalizado el evento de desvinculación policial.