Tras dos años de investigación, este test simplifica las pruebas actuales, consideradas como «invasivas» por buena parte de pacientes, según explicó la universidad.
Con la nueva prueba se espera que más personas opten por examinarse de forma preventiva en relación a esta enfermedad.
Las pruebas más utilizadas para la detección precoz del cáncer colorrectal consisten en la búsqueda de sangre en las heces y la colonoscopia, un test que hay que efectuar de todas maneras si el resultado del examen previo es positivo.
En cambio, el nuevo test detecta la reacción inflamatoria del cuerpo contra el cáncer y los pólipos, y tras una muestra de sangre se establece si el paciente tiene riesgo de lesión colorrectal, cancerosa o precancerosa.
La detección temprana del cáncer colorrectal es vital para la tasa de supervivencia entre los pacientes, que en Suiza aumenta hasta el 90 % si se descubre a tiempo.
Sólo en el país helvético, de 8,1 millones de habitantes, esta enfermedad acaba con la vida de 1.400 personas cada año y es el segunda cáncer más mortal entre hombres y el tercero entre mujeres.