El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología indicó, en un boletín especial, que las lluvias generan el descenso de material volcánico caliente y con fuerte olor a azufre hacia las barrancas Seca y Las Lajas.
Estos lahares, arrastran cemento y bloques de entre 50 centímetros y un metro de diámetro, acumulados producto de la actividad eruptiva del cono, que el pasado 3 de junio tuvo una de las mayores explosiones de la historia.
«Por el registro de lluvias en el área del volcán de Fuego se reporta el descenso de un lahar. Se procede a restringir la circulación de vehículos en la Ruta Nacional 14. Se evacúa a personal del lugar», dijo el portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, David De León.
Esta carretera, que quedó destruida tras la erupción del cono, pretendía ser inaugurada el jueves por el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda a pesar de las alertas de peligro, pero un grupo de manifestantes impidió el acto y mantuvo bloqueado el paso hasta que llegó la Policía y logró un diálogo.
Esta misma mañana, el titular de la cartera de Comunicaciones, José Benito, declaró en el Congreso que era «totalmente seguro» transitar por esa zona y añadió que la recomendación del ente de protección civil es solo para «no saturar la vía» mientras se continúan con más trabajos.
En este mismo sentido, aseguró que la ruta «es muy transitada» y «con mucha demanda» y que la manifestación que el jueves impidió el acto oficial era menos de cuarenta personas, la mayor parte de las cuales eran de los afectados por la erupción, que quieren seguir buscando los restos de sus familiares en la zona cero del desastre.
El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura, está situado entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez y tuvo el pasado 3 de junio una de las mayores erupciones de su historia dejando 169 muertos, 256 desaparecidos y casi 2 millones de guatemaltecos afectados, algunos de los cuales lo han perdido todo.
Fuente: EFE