Siete miembros de la pandilla Barrio 18 fueron capturados hoy por la Policía de El Salvador, bajo órdenes administrativas de la Fiscalía, por estar implicados en la masacre de once personas el pasado 3 de marzo, en una zona rural del municipio de San Juan Opico (noreste).

La Fiscalía detalló que de los siete capturados, dos son menores de edad y cinco son adultos, quienes serán acusados por los delitos de homicidio agravado y organizaciones terroristas.

Los siete pandilleros son parte del grupo de catorce que participó en el hecho en donde fueron asesinados ocho trabajadores de una empresa de energía eléctrica y tres jornaleros.

Según la fuente, los implicados habrían atacado con armas de fuego y armas blancas a las víctimas, quienes se encontraban trabajando en el referido sector.

Los adultos serán puestos en las próximas horas a la orden de un juzgado especializado y los menores de edad al Juzgado de Menores de Santa Tecla (suroeste), concluyó la fuente.

Esta es la segunda masacre de más de diez personas perpetrada por las pandillas desde 2010, año en que catorce salvadoreños fueron calcinados dentro de un microbús en una localidad cercana a la capital.

El Gobierno salvadoreño realiza una ofensiva contra las pandillas, acusadas de generar los índices de homicidios que colocan a este país como uno de los más violentos del mundo, mediante el despliegue de un comando elite de 1.000 agentes, 300 reservistas y el endurecimiento del régimen carcelario.

La tasa de asesinatos de El Salvador en lo que va de 2016 supera los 38 por cada 100.000 habitantes, por encima del índice de varios de sus vecinos centroamericanos en todo 2015, según datos oficiales.