También se llevaron a cabo 131 allanamientos (registros) y se confiscaron 21 armas de fuego, 339 municiones, ocho vehículos y 536 equipos tecnológicos en poder de los responsables de estas bandas, quienes fueron arrestados por delitos como robo, sicariato (crimen por encargo), usura, microtráfico de drogas y receptación de objetos robados, entre otros.
Una de las operaciones fue ejecutada por la Subdirección de Investigaciones de Delitos Contra la Propiedad (Sidpro-BAC) y propició la intervención de 38 locales comerciales de las ciudades de Esmeraldas, Quito, Quevedo, Babahoyo, Guayaquil y Machala donde se almacenaban y vendían equipos de comunicación y electrónicos robados.
En esta acción policial, denominada «Megafortaleza 3», se detuvo a 14 ciudadanos por el delito de receptación de objetos de dudosa procedencia y se aprehendieron 397 teléfonos celulares, de los cuales 64 estaban reportados como robados.
Otro operativo, llamado «Jaque Mate III», lo ejecutó la Unidad de Investigación Antidelincuencial (UIAD) y tuvo como resultado la desarticulación de nueve organizaciones delictivas conformadas por 50 ciudadanos que fueron detenidos por delitos como robo a personas con muerte, robo a locales comerciales y entidades económicas y robo a domicilios.
También se produjeron detenciones por robo de accesorios de vehículos, comercialización de sustancias sujetas a fiscalización, microtráfico, sicariato, tenencia ilegal de armas de fuego, intimidación y lesiones.
La Unidad de Lavado de Activos (ULA) por su parte, desarticuló tras un año de investigaciones a una organización delictiva integrada por tres miembros de una misma familia, quienes operaban en la ciudad de Loja y estarían dedicados a cometer usura (préstamo de dinero a alto interés), actividad ilegal valorada en más de dos millones de dólares.
Un cuarto operativo policial permitió decomisar quince kilos de droga procedente de Colombia y destinada al microtráfico y detener a 72 personas como resultado de una investigación efectuada por la Dirección Nacional Antinarcóticos y la Unidad contra el Tráfico para el Consumo Interno (Uctci).
De los detenidos, dos eran agentes comunitarios del distrito Eloy Alfaro de Quito, con grados de policía y cabo primero, quienes avisaban a las bandas de los operativos policiales.
