“Aquellos que pretendan atemorizar a la sociedad deberán responder ante la justicia, no vamos a permitir que se genere miedo gratuitamente”, dijo la ministra Patricia Bullrich.
Las amenazas fueron hechas a través de llamadas a la línea de emergencias y afirmaban que se iba a poner un dispositivo explosivo en el lugar de residencia de Macri.
«La investigación iniciada consistió en el análisis de las llamadas recibidas en la central de emergencias y la posterior verificación de que, en un período de 7 meses, se habían consumado alrededor de 11.000 llamadas, de las cuales 9.000 correspondían a los números del “911” y “101”», añade el comunicado.
También se rastreó otro número telefónico desde el que se hicieron al menos otras 300 llamadas. Con esta información se llevaron a cabo los allanamientos paralelos. En uno de ellos se confiscaron 7 celulares, «1 de los cuales era el número que mantuvo las 300 llamadas con la línea utilizada en las intimidaciones», dice la comunicación.
En otro allanamiento se incautaron 9 móviles, 4 tarjetas, un módem, un disco duro y una tablet, afirma el Ministerio.
No es la primera vez que se presenta un hecho de esta naturaleza. Según la cartera otras amenazas hacia Macri ocurrieron días atrás y por ello se continuarán «implementando las medidas de rigor necesarias para terminar con toda intimidación que pretenda generar pánico y miedo a la ciudadanía argentina», aseguran.