Para concretar esa visita se necesitaron, al menos, dos años de reuniones entre autoridades ecuatorianas y estadounidenses vinculadas con el área de comercio exterior.
Los últimos encuentros -liderados por el titular de la Cartera, Pablo Campana- permitieron dar un primer paso para buscar la reactivación del Consejo de Comercio e Inversiones (TIC), cuya última cita se realizó hace nueve años. Pero el objetivo principal de Ecuador es presentar una propuesta formal a EE.UU. para negociar un acuerdo comercial, explicó el Ministro.
La idea de Ecuador es negociar un convenio con la misma estructura que el acuerdo firmado con la Unión Europea (UE) hace poco más de un año.
El Ecuador negoció 13 ejes con los europeos: estructura institucional, comercio de bienes, comercio de servicios, pagos corrientes y movimientos de capital, contratación pública, propiedad intelectual, competencias, comercio y desarrollo, transparencia, excepciones, solución de controversias, asistencia técnica y disposiciones finales. EE.UU., usualmente, no negocia en sus tratados capítulos sobre asistencia técnica para las contrapartes o de comercio y desarrollo.
Este último busca impulsar el crecimiento económico y social de la población de los suscribientes. Según Juan Falconí Morales, analista en comercio, los acuerdos de EE.UU. buscan mayor apertura y no toman en cuenta, como la UE, las diferencias de grado de desarrollo y de la economía de la partes.
Cristian Espinosa, exnegociador del Tratado de Libre Comercio entre Ecuador y EE.UU., explicó que los convenios que negocia ese país incluyen otros capítulos que no estuvieron en el acuerdo con Europa, como el de inversiones. No fue una excepción en el proceso del que fue parte. Esa mesa define, por ejemplo, reglas para resolver controversias, fija tiempos de protección para las inversiones.
Otra diferencia con Europa es que EE.UU. deja fuera de la desgravación de aranceles a muy pocos productos. Los europeos excluyeron 91 partidas agrícolas sensibles para el Ecuador.
En el listado constan por ejemplo: panela, carnes congeladas, maíz duro, carne bovina o queso fresco. En la negociación del TLC, Ecuador pidió dejar por fuera, en un inicio, unas 1 700 partidas.
Aunque la lista se redujo, a los estadounidenses no les convenció la exclusión. La negociación entre Ecuador y Europa fue más flexible, por ser economías complementarias. Ellos envían insumos para la industria y el país vende materias primas y productos elaborados.
Con EE.UU., que busca una apertura comercial total, la situación es distinta: exporta productos sensibles para Ecuador, como leche, arroz, presas de pollo o cárnicos. “No son muy generosos. Tienen una posición más agresiva que los europeos”, dijo Morales.
El analista dice que antes de negociar, Ecuador debe definir el modelo comercial que busca, y que hoy no está claro. El país debe resolver también temas que inquietan a los estadounidenses, como la falta de un Tratado Bilateral de Inversiones, que fue denunciado por el Gobierno anterior, o la situación de Julián Assange.
Para Juan Carlos Cassinelli, exministro de Comercio Exterior, EE.UU. estaría interesado solo en un acuerdo parcial; es decir, en liberar aranceles de una parte de la oferta exportable de ambas partes.
Aunque destacó la visita de la misión, cree que esta valorará temas de preocupación para EE.UU., como la tasa aduanera, las quejas de firmas estadounidenses ante el USTR o un ajuste arancelario a futuro.
LA CRONOLOGÍA
Mayo del 2004
Ecuador -junto con Perú y Colombia- inició en esa fecha su negociación de un tratado de libre comercio (TLC) con EE.UU..
Mediados 2006
La salida de la petrolera OXY generó tensión en el proceso y Ecuador suspendió la negociación. No se volvió a retomar.
Junio del 2013
Ecuador se retiró de los beneficios de la Ley de Preferencias Arancelarias de EE.UU. Un mes después, el mecanismo venció. Junio del 2015 EE.UU. renovó el Sistema General de Preferencias (SGP) para alrededor de 300 productos ecuatorianos de exportación.
Diciembre 2017
El SGP terminó para los beneficiarios. El país está en espera de que durante el 2018 se llegue a renovar este mecanismo.
Fuente: El Comercio