Ecuador diseñó un instrumento de planificación con acciones para la protección de su biodiversidad hasta 2030, que se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de Naciones Unidas.

Agencia Andes

“La Agenda 2030 no solo se desarrolla para responder a aquellos dos objetivos de desarrollo sostenible que están directamente relacionados con la biodiversidad, sino que también responde a la consecución de muchos otros, incluyendo el de erradicación de la pobreza”, manifestó el representante de la ONU en Ecuador, Diego Zorrilla.

Destacó que el país andino es megadiverso reconocido a escala mundial por su riqueza y variedad en cuanto a flora y fauna por lo que “el cumplimiento de los compromisos internacionales en el marco del Convenio de Diversidad Biológica constituye una prioridad para la conservación de ecosistemas globales”.

Esta nueva Estrategia se organiza en cuatro objetivos que plantean: incorporar la biodiversidad, los bienes y los servicios ecosistémicos asociados en la gestión de las políticas públicas; reducir las presiones y el uso inadecuado de la biodiversidad a niveles que aseguren su conservación; distribuir de manera justa y equitativa los beneficios de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos asociados, contemplando especificidades de género e interculturalidad; y fortalecer la gestión de los conocimientos y las capacidades nacionales que promuevan la innovación en el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad.

El instrumento establece 19 resultados nacionales, 50 metas y un plan de acción articulado al cumplimiento de las agendas zonales de desarrollo.

«Se pone a disposición del país la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2030, la misma que demuestra la decisión política de este gobierno y de esta Cartera de Estado, por fortalecer la gestión de este recurso estratégico desde un enfoque intersectorial y territorial, generando vínculos cada vez más fuertes entre: gobierno nacional, gobiernos subnacionales, entidades privadas, organizaciones de la sociedad civil y cooperación internacional” aseveró el ministro de Ambiente subrogante, Juan Carlos Soria en la presentación del plan de esta agenda de conservación.

Ecuador tuvo una Estrategia de Biodiversidad vigente entre 2001 y 2010, gracias a a la cual, el país redujo al menos en un 15% la tasa de pérdida de los hábitats terrestres, en relación a la línea base del 2014. Esto fue posible gracias al aprovechamiento sostenible los recursos marino-costeros y dulceacuícolas en los niveles industrial, artesanal y de subsistencia.

Por otra parte, Ecuador ha asegurado el manejo sostenible de los sistemas de producción agropecuario, agroforestal y silvícola, a través del uso de tecnologías y energías limpias, garantizando la conservación de la biodiversidad; ha trabajado en la recuperación de hábitats degradados con el fin de incrementar la resiliencia de los ecosistemas y su capacidad de proporcionar bienes y servicios esenciales para el buen vivir de la población y el cambio de matriz productiva.