En un conversatorio con periodistas en la costera ciudad de Portoviejo, el presidente Rafael Correa recalcó que Ecuador cumplirá sus obligaciones en el marco de los tratados internacionales, pero también instó a la transnacional petrolera a que cumpla con la justicia ecuatoriana que la condenó, en otro proceso por daño ambiental, a pagar a favor de comunidades amazónicas más de 9.000 millones de dólares.
En ese sentido el mandatario recordó que la Corte de Sucumbíos, que llevó el proceso por daño ambiental contra la petrolera, ha notificado al Estado respecto de una orden de embargo de los 96 millones de dólares más intereses que el Estado ecuatoriano debe pagar hasta este 20 de julio a la petrolera en el denominado caso Chevron II.
Este proceso Chevron II, se instauró por denegación de justicia en el período en los años 1990 en que la compañía operó en la Amazonía. La compañía demandó al Estado en 2006 ante la Corte de Arbitraje de La Haya porque la justicia local no resolvió una serie de procesos en los que reclamó supuestos incumplimientos contractuales de Ecuador para la explotación de hidrocarburos.
“Vamos a cumplir con el laudo pero también hay que cumplir con las leyes ecuatorianas, hay una orden de embargo por los 9.000 millones que debe Chevron y entonces les hemos mandado una carta con una propuesta diciendo que se puede hacer una cuenta de garantía hasta que se termine su litigio en Estados Unidos sobre el juicio de Sucumbíos, entonces vamos a ver qué nos contesta”, manifestó el mandatario
El presidente cuestionó la “prepotencia” de la petrolera y la actitud “vendepatria” de exfuncionarios, como el exministro de Gobierno de Ecuador, Vladimiro Álvarez, que han testificado en contra de Ecuador favoreciendo a la transnacional, que ha desobedecido, mediante una serie de mecanismos judiciales, el pago de los 9.000 millones de dólares a favor de las comunidades amazónicas y más bien ha interpuesto otro laudo arbitral internacional, cuyo proceso ahora se conoce como Chevron III.
“Se le ha mandado una propuesta, por escrito, diciendo que hay esa orden de embargo para poner esa plata en una cuenta de garantía y estamos esperando la respuesta de Chevron”, manifestó Correa, al tiempo que señaló que su intuición es que Chevron «tiene sed de venganza” porque su gobierno no agachó la cabeza y lo que buscará será dañar la imagen internacional del país y ejecutar cuentas en el exterior.