Durante la intervención en la cuarta plenaria del 46 periodo de sesiones de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Canciller ecuatoriano, Guillaume Long, hizo una exposición sobre el financiamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que atraviesa por graves problemas económicos.

El Ciudadano

“Ecuador siempre alertó sobre la situación insostenible del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y de la CIDH. Hay graves contradicciones: el Sistema no funciona bien, la Corte está desfinanciada y la Comisión tiene problemas”, manifestó el Canciller.

Long citó como ejemplos los casos tanto la de Comunidad Europea como de la Unión Africana, que resolvieron estos problemas anteriormente. “No quiero decir que haya que copiar; sin embargo, lo han resuelto dándole importancia a la Corte”.

Existen otras contradicciones: el financiamiento de la CIDH depende de fuentes extrarregionales, como la Confederación Suiza, la Fundación Open Society Fundation (OSF), los gobiernos de Finlandia y Francia y de los Estados miembros de la OEA, precisó el Canciller: Otra contradicción tiene que ver con la sede la Comisión que se encuentra en Washington, Estados Unidos, justamente uno de los países que no ha ratificado el Pacto de San José.

Posteriormente, el Ministro se mostró muy crítico con el último informe de la relatoría sobre libertad de expresión en Ecuador. “Es de pésimo nivel, resulta vergonzoso desde una perspectiva política y académica. Es terrible que aún tengamos que enfrentar este tipo de pasquines, con problemas metodológicos, de fuentes y hasta plagio”.

Además, señaló, que el informe de 2013 nunca fue puesto en consideración del Estado ecuatoriano; toma como fuente a los propios medios de comunicación y a la Fundación Fundamedios. “Una ONG de oposición, no conocida por su imparcialidad que, además, es financiada por la OSF, fundación que también entrega recursos a la CIDH”.

En Ecuador, explicó el Canciller, “tenemos un firme compromiso con la libertad de expresión, con la libertad de empresa, no con los estereotipos vulgares, ni con los monopolios. La Comisión puede jugar un rol importante, con competencias claras y financiamiento total de los Estados parte del acuerdo de San José, a fin de que podamos tener un sistema sano y vibrante”.