El gobierno de Ecuador logró ubicar en 2015 la tasa de homicidios en 6,41 casos por cada 100 mil habitantes, la más baja en los últimos 15 años de este país suramericano, confirmó este sábado el ministro del interior, José Serrano.

De acuerdo con cifras de esa Cartera de Estado, el año pasado se consiguió resolver el 65% de los casos de homicidios y según las proyecciones de esa Secretaría se aspira a llegar a un 85% en 2017, cuando hace una década era de apenas del 10 por ciento

En 2014, la tasa de homicidios fue de 8,15 casos por 100.000 habitantes, muy por debajo de otros países de la región, indicó Serrano.

Esta significativa reducción se da como resultado de las políticas en temas de seguridad, como tecnificación e incremento del personal de la Policía y mejoramiento y modernización del sistema de justicia, que se implementaron en estos últimos años, señaló el presidente Rafael Correa.

Durante su habitual informe semanal de rendición de cuentas, el mandatario destacó que el año pasado en términos generales se mejoraron los índices de seguridad, aunque lamentó que algunos delitos se incrementaron justamente en los meses en que se activaron las protestas de sectores políticos de oposición, en que la delincuencia aprovechó que los policías reforzaban la seguridad para evitar desmanes mayores.

Confianza en la justicia

El presidente destacó, además, los índices de confianza de la ciudadanía respecto a su sistema judicial y que han sido publicados por encuestadoras regionales como el Barómetro Americano, que sitúa a Ecuador en un primer lugar con un 48% de confianza.

Esto se consiguió, añadió el jefe de Estado, con la aprobación de un Código Integral Penal acorde a los tiempos actuales, así como el incremento de jueces, fiscales y la implementación de mejoras tecnológicas como las audiencias vía videoconferencia, lo que permite ahorrar recursos al Estado y agilizar la resolución de procesos judiciales.

Correa indicó que en el gabinete de seguridad que mantuvo esta semana con los ministros del ramo se acordó reforzar la lucha contra el microtráfico de drogas, para lo cual se intensificarán los controles en los alrededores de los planteles y en las comunidades para evitar que “esta plaga siga envenenando a nuestra juventud”.