Este esfuerzo de conectividad se denomina «Aerovía Superior N789», la cual conectará a Latinoamérica con Asia a través de una ruta aérea entre la ciudad costera ecuatoriana de Manta y la de Tahití, en la Polinesia francesa, informó la Cancillería en un comunicado.
Como parte del proceso, el Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores formuló en noviembre pasado una petición a la Organización de Aviación Civil (OACI), con su interés de asumir el control de la Región de Información de Vuelo (FIR, por sus siglas en inglés).
«Este es un espacio en el que se efectúan las operaciones aéreas comerciales y no comerciales internacionales, y cada país se hace responsable del servicio en las zonas comprendidas», precisó la Cancillería.
La petición fue aceptada por la OACI y por ello la Dirección General de Aviación Civil del país «trabaja en los aspectos técnicos. Según el cronograma se estima que la FIR oceánica estará operativa entre los meses de junio a diciembre de 2019», agrega el texto.
Para Ecuador, la asignación de la FIR también tiene un carácter estratégico, pues permitiría reforzar sus objetivos de seguridad nacional en torno al control aéreo de la Zona Económica Exclusiva del archipiélago de Galápagos, situado en el océano Pacífico, a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales del país.
Asimismo, la vía permitirá a Ecuador «explotar las potencialidades que los mercados de los países del Asia-Pacífico tienen para las exportaciones nacionales», agregó la Cancillería. Reiteró que la ruta proporcionará una conexión directa entre Suramérica y Asia, lo que permitiría impulsar el turismo entre ambas regiones.
Fuente: El Telégrafo