Ecuador recordará este jueves al llamado Pintor de Iberoamérica, Oswaldo Guayasamín, con un homenaje organizado por la Fundación que lleva su nombre, en ocasión del aniversario 17 de su muerte.

Los actos conmemorativos iniciarán al mediodía con la colocación de una ofrenda floral junto al «Árbol de la Vida», un pino plantado por el propio Guayasamín en el patio de su casa devenida museo, y donde reposan sus cenizas, junto a las de su amigo extrañable, el escritor Jorge Enrique Adoum.

Pablo Guayasamín, uno de sus hijos, informó que la ceremonia será acompañada por el Conjunto de Cámara de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

En la noche se inaugurará en una de las salas de la casona una muestra de desnudos pintados por el artista, y que al decir de Pablo, van más allá de una simple exhibición de cuerpos, para convertirse en una denuncia de las injusticias y sufrimientos del ser humano.

El pintor cubano radicado en Ecuador Luis Alberto Ruiz Saavedra también se sumará al homenaje, y expondrá una selección de sus pinturas inspiradas en la obra del Maestro, mientras que la cantante de origen holandés Vanessa Velthuis cerrará la velada con un concierto titulado ‘De España a América’.

La víspera, durante un recorrido por la casa-museo y la Capilla del Hombre, el fraile dominico brasileño Frei Betto calificó a Guayasamín de pintor de los oprimidos y los excluidos de la Tierra.

«Pudo haber pintado para agradar a los ricos y a los poderosos, como hacen muchos, pero no, él hizo de su pintura un retrato de la exclusión, de la opresión, de la injusticia», aseguró Betto.

Pablo Guayasamín apuntó que su padre siempre quiso ser recordado por su mensaje de amor a los hombres, y como amigo de los grandes líderes latinoamericanos que mostraron el camino del cambio y de la transformación del continente.

«Creo que cumplió su compromiso con los humildes de la Tierra, y su mensaje plástico sigue presente en cada injusticia que vemos hoy, y por eso siempre nos decía que dejáramos una luz encendida porque él iba a volver», comentó.

Nacido el 6 de Julio de 1919, en Quito, Guayasamín falleció el 10 de marzo de 1999, sin ver concluida la Capilla del Hombre, un proyecto arquitectónico concebido para homenajear al ser humano, y que fue inaugurado en 2002, con la presencia de Fidel Castro, el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y otros líderes mundiales que fueron sus amigos personales.

En el año 2012, la familia Guayasamín presentó un proyecto aún por concretar consistente en la construcción de un nuevo edificio para almacenar toda la obra del artista que permanece guardada, a fin de evitar que se vean dañadas por el paso del tiempo y la falta de condiciones para su conservación.

También en ese año fue inaugurada como Casa-Taller la que fuera la última morada del pintor, que él había hecho construir con piezas espaciosas para que un día fungiera como tal y fuera abierta al público para exhibir sus obras y las colecciones precolombianas que adquirió para su preservación.