El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, agradeció hoy el apoyo que el opositor partido Centro Democrático dio en el Senado para la aprobación anoche de la reforma de la Ley de Orden Público, y consideró ese gesto una muestra de madurez democrática.

«Lo que sucedió ayer es un mensaje muy importante de que podemos avanzar todos los colombianos en consensos mínimos sobre temas importantes (…) Y eso sin renunciar a nuestras convicciones y sin renunciar a nuestras diferencias; es una declaración de madurez de una democracia», dijo Santos en un foro sobre los dividendos ambientales de la paz.

El Senado colombiano aprobó anoche por unanimidad y con apoyo del Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, jefe de la oposición a Santos, la reforma de esta ley que permitirá crear zonas de ubicación para las FARC, instancia en la que la guerrilla dejará las armas si se firma la paz.

Esta fue la primera vez que el uribismo apoyó en el Congreso una iniciativa del Gobierno en torno al tema de la paz.

«Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer y valorar la actitud del Centro Democrático que ojalá sea el primero de muchos más en este camino hacia la paz», agregó el jefe de Estado.

El mandatario aseguró que siempre ha estado «dispuesto a explorar la posibilidad de encontrar más coincidencias, de encontrar más consensos y de colocarlos por encima de diferencias partidistas o de diferencias personales, que son inherentes a cualquier democracia».

«Y estamos listos a seguir dialogando con todos, con el Centro Democrático, sobre diferentes aspectos de este proceso de paz», añadió el presidente.

Santos recordó que las delegaciones del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) discuten actualmente en La Habana el número y las características de las zonas de ubicación de los guerrilleros que el Gobierno creará gracias a las facultades que le otorga la reforma de la Ley de Orden Público.

«Se podrá también, con este instrumento, con estas facultades que ayer aprobó el Congreso, proceder a la suspensión (…) de las órdenes de captura en contra de los miembros de las FARC», agregó.

El Gobierno y las FARC fijaron el próximo 23 de marzo como fecha para la firma de un acuerdo de fin del conflicto.

Sin embargo, y debido a que no han sido resueltos todos los puntos de la agenda de diálogos, Santos dijo ayer que no firmará un «mal acuerdo» solo por cumplir con la fecha límite prevista, postura que fue avalada hoy por las FARC, que dijeron en La Habana que el mandatario «ha actuado con objetividad».