En el marco de la 34ta. Sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Embajadora ecuatoriana María Fernanda Espinosa manifestó la importancia de que los Estados protejan los derechos de los refugiados y migrantes independientemente de su situación migratoria, con medidas que pongan de relieve la dimensión humana y no se basen únicamente en aspectos legales y de seguridad.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador expresó su respaldo a las propuestas de la excanciller, María Fernanda Espinosa, quien busca llegar a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos. Crédito: Archivo /Twitter Cancillería.

En el marco de la 34ta. Sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Embajadora ecuatoriana María Fernanda Espinosa manifestó la importancia de que los Estados protejan los derechos de los refugiados y migrantes independientemente de su situación migratoria, con medidas que pongan de relieve la dimensión humana y no se basen únicamente en aspectos legales y de seguridad, a través de los cuales se los estigmatiza y se los convierte en un grupo vulnerable que merece atención internacional.

Adicionalmente, la diplomática ecuatoriana se refirió a los casos de tortura y otros tratos crueles y degradantes que son perpetrados por actores no estatales, para quienes se debe extender la absoluta prohibición de incurrir en tales acciones, a través de la creación de normas internacionales obligatorias de derechos humanos que llenen los vacíos actuales en esta materia. Recordó que frente a ello, Ecuador está contribuyendo de manera decidida en la búsqueda de soluciones y alternativas para los casos de abusos de derechos humanos por actores que no son Estados, mediante la presidencia de un grupo de negociación que ha emprendido en la tarea de elaborar un tratado internacional obligatorio sobre empresas y derechos humanos que mantiene sus reuniones anuales en Ginebra.

El Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, Suiza, es el órgano rector de las Naciones Unidas en la materia, celebra tres sesiones por año y es el foro en el que los Estados y otros actores como la sociedad civil organizada debaten temas de relevancia internacional vinculados a los derechos humanos.