Cunha convocó para esta jornada una conferencia de prensa, la cual realizó en un hotel de esta urbe con el propósito -dijo- de retomar sus contactos rutinarios con los periodistas y evitar así los presuntos perjuicios que estaría sufriendo en su derecho de defensa.
El ex líder parlamentario y una de las principales figuras del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) fue apartado de sus funciones desde comienzos de mayo último por el Supremo Tribunal Federal (STF) y la semana pasada el Consejo de Ética de la Cámara baja se pronunció por la casación de su mandato.
Cunha responde a un proceso político-disciplinario ante ese colegiado bajo la acusación de mentir a la Comisión Parlamentar de Investigación (CPI) de la estatal Petrobras cuando fue cuestionado sobre la existencia de cuentas en el exterior a su nombre, las cuales negó.
La justicia suiza, sin embargo, confirmó la existencia de dichas cuentas e investigadores de la operación anticorrupción Lava Jato estiman que el dinero que nutrió las mismas fue producto de la intermediación ilegal de Cunha en operaciones de la empresa petrolera.
La denuncia contra el ex líder parlamentario fue presentada en octubre de 2015 por legisladores de los partidos Socialismo y Libertad (PSOL) y Red Sustentabilidad (REDE).
Sin embargo, debido a las innumerables maniobras dilatorias realizadas por éste y sus aliados, el proceso que comenzó hace casi ocho meses no concluyó hasta la semana pasada en el Consejo de Ética y Decoro.
En ese lapso se produjeron 14 alteraciones en la composición del colegiado presuntamente buscando beneficiarlo; además, fue destituido el primer relator, Fausto Pinato; y el presidente interino de esa Casa y fiel aliado de Cunha, Waldir Maranhao, restringió el análisis del Consejo solo al hecho que este mintió al ocultar sus cuentas bancarias en Suiza.