«Estas sanciones de gran envergadura apuntan al centro de apoyo científico que permitió el horrible ataque de armas químicas de Bachar Al Asad contra hombres civiles inocentes, mujeres y niños», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
«Estados Unidos envía así un fuerte mensaje con esta acción de que haremos pagar a todos los miembros del régimen de Asad por estas flagrantes violaciones de derechos humanos a fin de disuadir la propagación de este tipo de armas químicas bárbaras», agregó Mnuchin.
El Departamento de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) tomó esta medida «en respuesta al ataque de gas sarín» que tuvo lugar a principios de mes «contra civiles inocentes» en la localidad de Jan Shijún, al norte del país, y en el que murieron alrededor de 80 personas.
«La OFAC designa a 271 empleados del Centro de Investigación y Estudios Científicos de Siria (SSRC), la agencia gubernamental siria responsable de desarrollar y producir armas no convencionales», explicó el Tesoro.
«Estos 271 empleados del SSRC tienen experiencia en química y disciplinas relacionadas y han trabajado en apoyo al programa de armas químicas desde al menos el año 2012», añadió.
En una llamada telefónica con periodistas, altos funcionarios del gobierno estadounidense detallaron que se trata de «una de las mayores acciones» en materia de sanciones económicas contra el Gobierno sirio emitidas por Washington, y subrayaron que los individuos sancionados hoy doblan el número de funcionarios sirios afectados por sanciones hasta el momento.
«Creemos que hubo más de un ataque químico y que tienen activo su programa de armas químicas», dijo uno de los altos funcionarios del Tesoro, bajo anonimato, quien insistió en que no obstante aun tienen que dilucidar si los químicos empleados a principios de mes eran antiguos o de nueva producción.
Estas sanciones bloquearán cualquier activo financiero de los 271 individuos sancionados así como les prohíbe interacción alguna con el sistema estadounidense y viajar al país.
El Gobierno de Donald Trump respondió de manera unilateral al ataque químico bombardeando una de las bases aéreas del Gobierno sirio con casi sesenta misiles de crucero, ante la falta de consenso en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para hallar una respuesta a lo ocurrido.