Se trata de una negociación por la que Petroecuador se comprometió a entregar 17,1 millones de barriles del residuo fuel oil n.° 6 por dos años, a cambio de recibir el pago anticipado de $ 300 millones. OTI, con sede en Dubái, estuvo representada en el contrato por Wa’ll Al Jamall, Sam Naylor y Mark Craig. Una operación parecida a las realizadas por la estatal petrolera desde 2009 con Petrochina Internacional, Unipec o PTT de Tailandia.
Con la información hecha pública por las autoridades estadounidenses se confirmó lo que advirtió el experto Enrique Rosales en julio de 2017: “Detrás de OTI está la compañía Vitol de Estados Unidos”. En ese entonces, Rosales cuestionó que el residuo se entregue en Panamá, y que Petroecuador asuma el costo del transporte hasta ese puerto.
En el acuerdo firmado con la justicia estadounidense y por el que cancelará $ 135 millones de multa, Vitol Inc. reconoció el pago de sobornos en Brasil, México y Ecuador. En el caso de Ecuador, Vitol admitió haber pagado al menos unos $ 1,8 millones a dos funcionarios: uno de Petroecuador, llamado “El Gordo”, y otro del Ministerio de Hidrocarburos. En el esquema participaron también un intermediario de Curazao y dos consultores ecuatorianos; ambos consultores tienen además la nacionalidad española, y uno de ellos la estadounidense. Pero no se han revelado esos nombres.
En el documento consta casi la misma información de otro caso judicial que se hizo público en septiembre y que se investiga también en Nueva York. Los fiscales neoyorquinos acusaron al trader de Vitol, el mexicano Javier Aguilar, por el pago de coimas a cambio de contratos en México y Ecuador. El Departamento de Justicia de EE. UU. explicó a este Diario que los casos son distintos y que el proceso contra Aguilar sigue su curso. El mexicano no se ha declarado culpable.
Nota Original: El Universo – LINK