Estados Unidos conmemora este domingo el 15 aniversario de los peores ataques terroristas registrados en suelo estadounidense.

CNN

«Lo que empezó como un hermoso día, de cielo azul, se convirtió en un día de una espiral de muerte y caos que nos haría sentir casi como si nunca fuese a terminar», asegura el cineasta Gédéon Naudet.

Los días que siguieron a ese fatídico martes 11 de septiembre de 2001 estuvieron marcados por la solidaridad política para confrontar a los enemigos del país. Algo que ahora no existe.

El 15 aniversario del 11S encuentra al mundo político estadounidense dividido amargamente sobre la manera en la cual el país debe afrontar al terrorismo y manejar la seguridad nacional.

Donald Trump dominó las primarias republicanas después de romper con los elementos éticos claves de su partido sobre el 11s.

Culpó al expresidente George W. Bush -cuya respuesta original a los ataques puso sus índices de aprobación en máximos históricos-, por el ataque terrorista.

En la precampaña, Trump propuso prohibir la entrada a musulmanes a Estados Unidos. Aunque ha suavizado esa propuesta ante la cercanía de las elecciones, su postura sigue representando un dramático cambio a la visita que hiciera el entonces presidente Bush al Centro Islámico de Washington, seis días después de los atentados,  y proclamar que: «El islam es paz».

Trump dijo en una declaración de prensa que hoy es un día de tristeza y recuerdo.

«Lloramos por todos los niños que tuvieron que crecer sin un padre o una madre y por todos los padres que han tenido que luchar sin tener a sus hijos», dijo el candidato republicano a la presidencia.

El clima político actual está muy lejos de los días en que Hillary Clinton, una flamante senadora de Nueva York, y el entonces alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, se unieron para consolar a los neoyorquinos en los días de duelo tras el 11s.

Ahora, Giuliani es uno de los principales partidarios de Trump, que destroza en repetidas ocasiones a Clinton.

Por su parte, Clinton, ahora candidata presidencial demócrata, todavía está lidiando con las decisiones tomadas en aquel cargado clima después de los ataques, y enfrentando preguntas, esta misma semana, sobre su voto, en 2002, a favor de autorizar la guerra en Iraq.

«No olvidaremos el horror del 11 de septiembre de 2001», escribió en Twitter la candidata demócrata.

Mientras tanto, los estadounidenses son más propensos que hace cinco años a sentir miedo e ira cuando recuerdan lo sucedido hace 15 años, según una encuesta de CNN/ORC,  publicada el viernes pasado.

Ceremonias en honor de miles de víctimas

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como millones de estadounidenses, guardó un momento de silencio por las víctimas del 11S, en la Oficina Oval.

De hecho, se guardaron momentos de silencio para recordar los choques de los aviones en las Torres Gemelas, el Pentágono y en un bosque de Shanksville, Pensilvania, además de los instantes en que se derrumbaron cada uno de los rascacielos.

En la ceremonia, que se llevó a cabo en el Pentágono, Obama recordó a quienes murieron ese día y a quienes perdieron la vida tratando de salvar a sus prójimos.

«Grupos como al Qaeda e ISIS saben que nunca van a poder derrotar a una nación tan grande y tan fuerte como Estados Unidos», sentenció Obama.

En lugar de ello, subrayó el presidente, tratan de aterrorizarnos.

Obama pidió entonces a los estadounidenses reafirmar su personalidad como nación de personas que vienen de cualquier rincón del mundo, de todo tipo de razas y de religión.

«Juntos somos uno», aseguró el mandatario.