Esta reunión técnica se celebró entre el 1 y el 4 de febrero y, en ella, los representantes de ambos Gobiernos «se reunieron con el fin de intercambiar información y buenas prácticas relacionadas con la lucha contra el contrabando y la falsificación de documentos de viaje», indicó la diplomacia estadounidense.
Para EE.UU., esta cooperación «es importante para avanzar en el compromiso de los dos países y garantizar una migración segura, legal y ordenada».
Esta reunión es el último episodio en el incremento de las relaciones bilaterales entre ambos países, que en diciembre ya acordaron mantener reuniones a nivel de expertos para mejorar su respuesta a las organizaciones que trafican con inmigrantes cubanos.
Desde que se restablecieron las relaciones, esta es la primera vez que se celebra una reunión técnica entre expertos de ambos Gobiernos para intercambiar información y buenas prácticas relacionadas con la prevención del fraude y la lucha contra el tráfico de personas, dijo a Efe un portavoz del Departamento de Estado.
No obstante, este portavoz indicó que Washington y La Habana han llevado a cabo «intercambios» sobre cómo prevenir la falsificación de documentos migratorios tres veces desde 2011.
Las conversaciones de estos días se desarrollaron en un momento en el que miles de cubanos transitan por Centroamérica y México con rumbo al país norteamericano.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba indicó que el encuentro transcurrió «en un clima de respeto y profesionalidad» y, aunque no se anunció un acuerdo concreto, ambas partes coincidieron en la importancia de avanzar en la cooperación para enfrentar este «flagelo» (el tráfico de personas).
En este sentido, el ministerio cubano afirmó que las delegaciones de ambos países coincidieron en la «necesidad de suscribir instrumentos bilaterales para formalizar los intercambios en este área con el objetivo de neutralizar con mayor efectividad a los traficantes de personas».
La delegación cubana estuvo presidida por el director de Información, Inmigración y Extranjería del Ministerio de Interior cubano, el coronel Mario Méndez Mayedo, e integrada por otros representantes de esa institución y del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En la parte estadounidense lideraron la comitiva representantes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) y del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis) del Departamento de Seguridad, según indicó el ministerio cubano en su nota.
Con representantes del Departamento de Seguridad de EE.UU. y con otros agentes gubernamentales se reunieron el jueves por la mañana una decena de legisladores republicanos del Congreso, entre los que destaca el senador por Florida Marco Rubio, aspirante a la nominación de su partido para la Presidencia.
Rubio, de origen cubano, quedó tercero en los cruciales caucus (asambleas populares) del estado Iowa y algunos analistas lo sitúan como el candidato preferido del «establishment» (aparato) del Partido Republicano para las elecciones de noviembre de 2016.
En su reunión, los congresistas pidieron al Gobierno del presidente Barack Obama que trabaje con ellos para «encontrar la mejor solución» para las localidades del sur de la Florida, que tienen dificultades para hacer frente al «aumento» de la inmigración cubana, indicó en un comunicado el congresista Mario Díaz-Balart.
Fuentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU., indicaron esta semana a Efe que más de 17.000 ciudadanos cubanos alcanzaron Estados Unidos en los últimos tres meses de 2015, una cifra que casi duplica las llegadas registradas en el mismo periodo del año anterior.