El mandatario dijo, además, que sin la inversión realizada en infraestructura y sin el recurso humano no se habría podido cumplir ese mandato popular.
“Hoy no solo inauguramos un edificio judicial, sino que damos otros paso más para la verdadera justicia para todos que estamos construyendo juntos”, manifestó el jefe de Estado durante el discurso de inauguración de la unidad judicial en el segundo cantón más poblado de la costera provincia del Guayas con 270.000 habitantes.
Correa recordó los episodios en que la justicia estaba secuestrada por los políticos que gobernaron Ecuador que «rodearon de tanques» a la Corte y «eligieron a dedo» a los magistrados.
Ahora -enfatizó- los jueces y fiscales se eligen mediante rigurosos procesos de meritocracia, lo que ha derivado en una administración de justicia con resultados que la ubican entre las más ágiles y modernas de Latinoamérica.
Indicó, por ejemplo, que producto de la modernización del sistema se eliminaron prácticamente las caducidades de prisión preventiva (libertad por estar un año sin fórmula de juicio) que, hasta 2008, llegaron a 6.000 casos anuales, de los cuales en Guayas se registraba el 90%.
Explicó también que de 240.000 causas procesales, hasta 2008, solo se revolvía menos del 30% y desde el 2014 como consecuencia de la inversión en recurso humano, tecnología e infraestructura se llegó a resolver el 100% de los procesos legales y se despacharon, incluso, otros que estaban represados.
En cuanto a las salas para videoconferencia y otros recursos tecnológicos, Correa aclaró que se evita que unas 6.500 personas privadas de la libertad salgan a las cortes, con el consiguiente gasto en movilización, seguridad, entre otros. Por ello, cada proceso antes llegaba a costar hasta 1.350 dólares y ahora representan menos de la tercera parte.
“Eso es lo que algunos no llegan a entender: No todo ahorro se mide en dólares, se mide en tiempo, en agilidad de procesos judiciales, ese ahorro existe y queda en manos de todos ustedes”, destacó el presidente, quien llamó a defender la verdad y a recordar el país del pasado para no dejarse confundir por “los mismos de siempre que sepultaron al país”.