Según la agencia, «las Fuerzas Armadas y la Policía tomarán las medidas necesarias para hacer frente a los peligros del terrorismo y su financiación, así como para mantener la seguridad en todo el país, proteger las propiedades públicas y privadas y las vidas de los ciudadanos».
Al Sisi anunció anoche el estado de emergencia en todo el país, horas después de los atentados contra dos catedrales del norte de Egipto, en los que murieron al menos 44 personas y más de 100 resultaron heridas.
En un discurso retransmitido en directo por la televisión estatal, Al Sisi detalló que el estado de excepción se extenderá por un periodo de tres meses.
Al Sisi aseguró que los cuerpos de seguridad van a «intensificar sus esfuerzos para castigar a los criminales» que están detrás de los dos atentados, reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Asimismo solicitó a los medios de comunicación que aborden los acontecimientos con «honestidad, responsabilidad y conciencia».
En un llamamiento a la comunidad internacional, el presidente afirmó que esta «tiene que castigar a los países que apoyaron al terrorismo y crearon la ideología (radical) y trajeron a combatientes (a Egipto) de todo el mundo».
«Ahora nosotros somos los que pagamos el precio», añadió Al Sisi, quien alabó a los ciudadanos por su resistencia y paciencia en las difíciles circunstancias que vive Egipto desde varios hace años.
El estado de emergencia ha sido decretado en ocasiones excepcionales en años pasados, después de que estuviera vigente de forma continua entre 1981 y 2012, cuando fue abolido al calor de la revolución egipcia de 2011.
Según el artículo 154 de la Constitución egipcia, «el presidente del Estado, tras consultar al Consejo de Ministros, decreta el estado de emergencia, (…) y debe presentar el anuncio al congreso de los diputados en los siete días siguientes para que tome una decisión al respecto».
Este periodo excepcional, según la Carta Magna, se puede prolongar por otros tres meses más con la aprobación de las tres cuartas partes de los parlamentarios.