El Ministerio de Educación del Ecuador y el Instituto Nacional de Evaluación Docente (Ineval) llevan adelante el proceso de evaluación docente «Ser Maestro» cuyo objetivo es alcanzar la excelencia académica y lograr que para 2025 el Ecuador se ubique entre los mejores países en materia educativa.
Los docentes evaluados en esta primera fase fueron los de la región Sierra y Amazonía, el segundo grupo integrado por 58.606 maestros, de la región Costa, serán evaluados del 2 de agosto al 2 de septiembre y el próximo año se hará la evaluación a 27.243 docentes de inglés y especializaciones técnicas. En total serán 139.479 los docentes fiscales evaluados.
El ministro de Educación, Augusto Espinosa, señaló este lunes que 65,3% de los docentes evaluados alcanzaron un puntaje de entre 600 y 700 por lo que deberán ingresar a un programa de actualización de 330 horas para mejorar sus conocimientos, 24,9% alcanzaron entre 700 y 800 puntos, el 3,7% logró ubicarse entre 800 y 950 puntos y 0,5% alcanzó la excelencia con más de 950 puntos.
“Con estos resultados se cae el mito que intentaron regar para provocar miedo en los docentes, de que las pruebas son tan complejas que todos van a reprobar. Lo que podemos ver acá es que apenas el 5,5% de todos los evaluados no aprobó. Es decir un porcentaje marginal que son docentes que no tienen el conocimiento suficiente para ejercer la docencia”, aclaró Espinosa este lunes en un diálogo con medios de comunicación.
Estos docentes tendrán un año para evaluarse nuevamente. El MinEduc pondrá a su disposición cursos presenciales, semipresenciales y digitales en los que podrán prepararse antes de rendir nuevamente el examen. Estos son voluntarios y los maestros los deben realizar con la intención de mejorar. Si por segunda ocasión no aprueban en la evaluación serán destituidos del Magisterio.
“No podemos conformarnos con niveles medios, tenemos que caminar hacia la excelencia. En el 2018 todos los docentes serán nuevamente evaluados (…) y la propuesta es que la política pública se oriente para mejorar la calidad de nuestra planta docente y la única forma es a través de procesos de actualización profesional y de formación de posgrados”, señaló el ministro.
El desafío es que en los próximos dos años ese 65,3% de docentes hayan cursado ya por estos programas de tal forma que en la evaluación de 2018 consigan mejores resultados.
Los maestros que obtuvieron más de 700 puntos en la evaluación estarán facultados para entrar a los programas de maestría que organiza el Ministerio de Educación tanto con las universidades nacionales como con las extranjeras. Además, tienen aprobado el requisito para iniciar el proceso de recategorización.
“Amparados en estos resultados durante los próximos meses trabajaremos con las autoridades institucionales y los propios docentes de tal manera de hacer una programación adecuada para cumplir con estos objetivos de que en el 2018 el incremento de los resultados sea sustancial”, aseguró Espinosa.
Todo esto forma parte del objetivo que se ha trazado el MinEduc hasta el 2025: ser uno de los países con mejores resultados en el aprendizaje.
El sistema de evaluación se basa en cuatro dimensiones: la primera (que es la que se llevó a cabo) es de los saberes que medirá la especialidad de cada docente; la segunda dimensión corresponde a los procesos pedagógicos y las habilidades didácticas que tenga el profesor; el liderazgo (capacidad para mediar y resolver problemas en clase) es la tercera dimensión; y la última son las habilidades emocionales y sociales de cada maestro.