La madrugada del domingo 12 de junio resultó ser la última para 49 personas y la peor de sus vidas para otras 53, quienes resultaron heridas. Mientras disfrutaban de una noche latina en el bar gay Pulse, Omar Mateen irrumpió en el lugar con una pistola y un rifle AR-15, la segunda calificada como un arma mortal.
Este lunes se conoció que la mayoría de las víctimas eran hispanas y que el ataque habría sido producto de un viaje a Miami hecho por Mateen en donde se habría molestado por ver a dos hombres besarse. También se supo que el asesino fue investigado en 2014 y 2015 por el FBI pero las investigaciones fueron desechadas al no considerarlo una amenaza. A pesar de que Mateen llamó al 911 y juró lealtad al Estado Islámico, las autoridades estadounidenses dicen que actuó aparentemente solo y sin las instrucciones de un grupo insurgente. Su padre coincide con esta versión y al conocer la noticia dijo a las autoridades que el ataque no tiene que ver con temas religiosos y que desconocían los planes de su hijo que trabajaba como guardia de seguridad.
Pero hay datos verdaderamente escalofriantes. Según le dijo a BBC Mundo el experto en seguridad antiterrorista Anthony C. Roman «la respuesta de la Policía fue inmediata, pero el atacante sólo fue neutralizado tres horas después de haber disparado por primera vez, lo que ayudó a que pudiera recargar su arma y tuviera tiempo de recorrer el lugar en busca de víctimas, a las que fue matando en etapas».
Este caso no solo pone en jaque a las autoridades por aplicar más seguridad frente a ataques terroristas sino que pone en duda la venta de armas en Estados Unidos. Mateen compró las dos armas legalmente en Florida y una tercera fue encontrada en su auto. Según la BBC, el rifle AR-15 produce 45 ráfagas de fuego por minuto. En 2012 se calcula que solo en Estados Unidos había 3,3 millones y si un estadounidense quiere comprar un arma de este estilo tiene cero días de espera para obtenerla.
“De acuerdo a los reportes de la policía y el FBI, fusiles de asalto como el AR-15 fueron utilizados en las matanzas de los cines de Aurora, Colorado (el 20 de julio de 2012), la de la escuela de Sandy Hook en Newtown, Connecticut (14 de diciembre de 2012), y más recientemente en San Bernardino, California, donde murieron 14 personas el pasado 2 de diciembre”.
Un video grabado por Amanda Alvear, víctima del tiroteo, y difundido en Snapchat mostró los minutos previos y durante al ataque. Uno de sus mejores amigos trató de comunicarse con ella durante esa madrugada pero horas después se confirmó que había fallecido.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=2&v=PzG-Oak12lI