Aunque Prigozhin, director de la compañía militar privada Wagner, era una de las 10 personas que figuraban en el manifiesto de vuelo del avión, los funcionarios rusos se abstuvieron de verificar su muerte hasta que se completaran las pruebas genéticas.
El comité de investigación de Rusia confirmó el domingo que los restos de los 10 pasajeros que figuraban a bordo fueron encontrados entre los escombros.
Algunos antecedentes: el colapso de la aeronave se produjo dos meses después del breve motín de Prigozhin contra el establecimiento militar ruso. La insurrección fue el mayor desafío a la autoridad del líder ruso Vladimir Putin en más de dos décadas en el poder.
El levantamiento de Prigozhin acabó durando apenas unas horas gracias a un acuerdo negociado por el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, aliado de Putin. Lukashenko dijo que convenció a su homólogo ruso de que no destruyera a Wagner y lo convenció de que permitiera a Prigozhin salir de Rusia hacia Belarús para poner fin al enfrentamiento.
El motín llevó a algunos en Occidente, incluido el presidente de EE.UU. Joe Biden, a sugerir que el Kremlin podría estar detrás del accidente, especulación que el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, calificó de “mentira absoluta”.
Hasta la fecha, no se ha presentado ninguna prueba que apunte a la implicación del Kremlin o de los servicios de seguridad rusos en el accidente. La causa del incidente sigue siendo desconocida y las autoridades rusas iniciaron una investigación criminal.
Nota original: CNN