El fentanilo, pese a ser un opioide sintético que los médicos pueden recetar para tratar el dolor, también se fabrica ilegalmente y se vende como una droga callejera, que suele mezclarse con otras sustancias como la heroína o a la cocaína para hacerla más adictiva y reducir su costo.
Incluso, en dosis muy pequeñas, el fentanilo puede ser mortal. En países como Estados Unidos o México ha penetrado a tal punto que ha provocado problemas sanitarios. Ahora, estaría dando sus primeros pasos para llegar al país.
Y es que el Municipio de Guayaquil alertó de cuatro casos sospechosos con síntomas de adicción al fentanilo, entre consumidores de la droga conocida como “hache”.
Además, en redes sociales circularon videos de personas en la ciudad desorientadas y encorvadas, permaneciendo de pie, pero perdiendo la noción de su entorno.
Por este motivo, las autoridades alistaron sus protocolos en los centros de salud, en caso de que lleguen otros pacientes con este cuadro clínico.
De acuerdo con médicos del Hospital Bicentenario de Guayaquil, los efectos compuestos narcóticos están siendo más fuertes, y consideran que el fentanilo está siendo parte de la mezcla.
Esto debido a que los pacientes presentan dolores corporales por periodos prolongados y, los lapsos en los que presentan deseos de volver a consumir fentanilo, es mucho más corto.
Pese a esto, el pasado jueves 17 de agosto, el Ministro de Salud, José Ruales, descartó que los casos sospechosos se traten de intoxicaciones por el consumo ilegal de fentanilo dentro de la red púbica, y añadió que tampoco existen evidencias de su venta en el mercado negro.
Sin embargo, confesó que sí existe el reporte de un caso de malestar por fentanilo, pero aclaró que es en una paciente a quien se le administró la sustancia previa valoración médica y de manera comercial.
Por ahora, funcionarios de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria llevan a cabo una investigación por la posible venta irregular de fentanilo.
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