«Lo consideramos armado y peligroso», dijo el agente especial del FBI a cargo de Houston, James Smith. «Está ahí fuera y es una amenaza para la comunidad».
Francisco Oropeza, de 38 años, presuntamente abrió fuego contra sus vecinos la noche de este viernes después de que le pidieran que dejara de disparar un rifle en su patio porque un bebé intentaba dormir, dijo este sábado el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers.
Después de declinar su petición, el sospechoso en algún momento fue visto en las imágenes de una cámara de timbre acercándose a la puerta principal de los vecinos con un rifle, según Capers.
Encontraron a múltiples personas muertas alrededor de la casa en diferentes habitaciones, incluyendo dos víctimas femeninas en un dormitorio que las autoridades creen que utilizaron sus cuerpos para proteger a dos niños pequeños que sobrevivieron, dijo Capers.
Según el sheriff, los muertos recibieron disparos «casi de ejecución», a corta distancia y por encima del cuello.
Los investigadores empezaron a seguir la pista de Oropeza utilizando su teléfono móvil, pero aseguran que el rastro se perdió la noche de este sábado.
«Ahora podría estar en cualquier parte», dijo Capers en una rueda de prensa este sábado. Cleveland está a unos 65 kilómetros al noreste del centro de Houston.
Las víctimas fueron identificadas como Sonia Argentina Gúzman, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21 años; Julisa Molina Rivera, de 31 años; José Jonathan Cásarez, de 18 años; y Daniel Enrique Laso-Guzman, de 8 años.
Otras cinco personas que estaban en casa durante el ataque no resultaron heridas. Encontraron a tres niños cubiertos de sangre y fueron trasladados a un hospital, pero no resultaron heridos, dijo el sheriff a primera hora de este sábado.
Según el sheriff, algunas de las personas que se encontraban en la vivienda se habían trasladado allí desde Houston hacía tan sólo unos días.
Wilson Paz, director general de Protección al Migrante de Honduras, confirmó a CNN que las cinco víctimas son hondureñas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Honduras, Enrique Reina, declaró en redes sociales:«Exigimos que se aplique todo el peso de la ley contra los responsables de este crimen», y añadió que el consulado hondureño en Houston se está poniendo en contacto con las familias de las víctimas a medida que va conociendo más detalles de la investigación.
La Oficina de Campo del FBI en Houston ayuda a la oficina del sheriff en la búsqueda de Oropeza, según anunció la agencia en un tuit este sábado.
El ataque se suma a una lista de más de 170 tiroteos masivos ocurridos en Estados Unidos en lo que va del año, según el Gun Violence Archive. Tanto CNN como el archivo definen un «tiroteo masivo» como un tiroteo en el que resultan heridas o mueren cuatro o más personas, sin incluir al atacante.
El sheriff declaró a la prensa este sábado que ya habían recibido otras llamadas de servicio sobre el sospechoso por disparar su rifle en el jardín delantero.
Se sabía que el sospechoso disparaba un rifle del calibre 223, según Capers. También se encontraron casquillos fuera de la casa después del tiroteo.
«Las víctimas se acercaron a la valla y dijeron: ‘Eh, ¿puedes dejar de disparar al patio? Tenemos un bebé que intenta dormir'», dijo Capers.
El sospechoso, que había bebido, respondió: «Haré lo que quiera en mi jardín», dijo la policía.
Los agentes ya estaban en camino a la casa por una queja de acoso alrededor de las 11:30 pm del viernes, cuando recibieron varias llamadas al 911 acerca de un atacante activo en el mismo lugar, según la Oficina del Sheriff del Condado de San Jacinto.
Un equipo SWAT acudió al vecindario -que buscó y desalojó las propiedades adyacentes- y finalmente determinó que el atacante huyó del lugar.
«No creemos que esté en la zona», dijo el sheriff la mañana de este sábado, y agregó que se creía que el sospechoso se encontraba al menos a entre 16 y 20 kilómetros de la escena del crimen.
Encontraron abandonado el teléfono móvil de Oropeza, junto con artículos de ropa, dijo Capers. «Los perros rastreadores del Departamento Correccional de Texas recogieron el olor y luego lo perdieron», dijo el sheriff.
Las autoridades encontraron al menos tres armas dentro de la casa del sospechoso y hablaron con su esposa, indicó el sheriff.
Fuente: CNN – Nota original: LINK