En una entrevista con la revista The New Yorker de Estados Unidos, el presidente Daniel Noboa confesó que Luiz Inácio Lula Da Silva, homólogo de Brasil, es el líder sudamericano con el que se siente más alineado.
Por el contrario, al jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro, lo tachó como “un snob izquierdista”, al salvadoreño Nayib Bukele como “arrogante” y del argentino Javier Milei dijo que está “lleno de sí mismo”.
La entrevista, publicada el lunes 17 de junio, recoge declaraciones de Noboa en encuentros con el periodista Jon Lee Anderson, mantenidos entre marzo y abril de este año.
Luego de la publicación, la secretaría de Comunicación de la Presidencia, Irene Vélez, enfatizó que las conversaciones entre el primer mandatario y el medio The New Yorker se dieron en un “tono coloquial y privado”, por lo que sus declaraciones fueron “descontextualizadas”.
Sobre este tema, Ulloa recordó que un presidente no puede pronunciarse sobre asuntos internos de otros países, caso contrario, podría obtener reacciones de los líderes regionales a los que se refiere.
De acuerdo con el politólogo, el Ejecutivo debe fijar un protocolo para saber qué puede decir el primer mandatario, y qué datos no pueden revelarse.
Plan para asesinar al Presidente
En esa misma publicación, el presidente Daniel Noboa aseguró que, por la frontera de Colombia, ingresaron al país doce sicarios que tenían órdenes de asesinarlo. Según Noboa, los sospechosos se enfrentaron a las Fuerzas de Seguridad, y, producto del intercambio de balas, cuatro de los atacantes murieron, sin embargo, no se precisa la identidad de los fallecidos.
Frente a esto, Ulloa enfatizó que, revelaciones como las de su postura frente a otros presidentes de la región y un supuesto grupo que planeaba asesinarlo dejan abierta una alerta sobre especulaciones por parte de la ciudadanía.
Además, instó al primer mandatario a fijar límites en las declaraciones que realiza, debido a que, por el cargo, está sujeto al máximo escrutinio público.
“Debe existir cautela en la comunicación del presidente (…) El Gobierno debe repensar formas y fondos para comunicar”, dijo.
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