Esta es la explicación de las medidas propuestas el pasado sábado en una «cumbre olímpica» celebrada en Lausana (Suiza).
¿Qué decidió el COI y por qué?
Tras el escándalo por el dopaje de estado en Rusia revelado justo ante de los Juegos Olímpicos de Rio, el COI propuso el sábado una reforma del sistema de lucha contra el dopaje, basada en dos medidas esenciales, una relacionada con los controles y la otra sobre las sanciones. La primera: crear una nueva estructura al amparo de la AMA que centralice todos los controles antidopaje, cuya realización recae ahora en las diferentes federaciones nacionales e internacionales.
La segunda: que se el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) quien pronuncie las sanciones contra los deportistas que den positivo. Este tribunal juzga hasta el momento sólo las apelaciones de las sanciones impuestas por las federaciones. El COI tenía a la AMA en el punto de mira, acusada de haber tardado en reacciones en el escándalo ruso y víctima reciente de ataques de piratas informáticos, pero de aplicarse esta reforma «se reforzaría su gobernanza» y «mejoraría su seguridad informática».
¿Cuáles son sus consecuencias?
Las federaciones aceptan perder el poder de controlar y sancionar a los deportistas, pero ello no despeja todos los interrogantes. La cuatro grandes federaciones internacionales (atletismo, fútbol, gimnasia y natación) estuvieron presentes en la cumbre de Lausana y dieron sus visto bueno a las reformas, pero las medidas no logran unanimidad en otras federaciones. «¿Quién decidirá quién será controlado? Para establecer listas de deportistas a controlar, hace falta un conocimiento que solo las federaciones tienen», critica un responsable de una federación que reclama el anonimato. «¿Quién recuperará las muestras? ¿Esta estructura única o un tercero como ocurre actualmente? ¿Y qué laboratorio analizará la muestra?», añade.
El TAS, ¿juez único?
Este responsable se cuestiona también la «real independencia» del TAS, que con la reforma se convertiría en el «juez único» en materia de lucha contra el dopaje.
«Vamos a separar claramente la estructura de primera instancia de la de apelación», aseguró el secretario general del TAS Matthieu Reeb. «Los jueces y árbitros e primera instancia no podrán juzgar en apelación».
Para los atletas y las diferentes partes «esto simplificará y armonizará los procesos», según Reeb, que precisa que la implantación de la reforma se llevaría a cabo en, por lo menos, un año.
Plazos de la reforma
El director general de la AMA, Olivier Niggli, asegura que lo importante es «ponerse de acuerdo en una agenda y en un proceso». «Pero queda mucho trabajo. Hay que reunirse alrededor de una mesa porque ciertas reformas pueden ser discutidas más adelante y otras quizás se debatan antes de noviembre», admite.
Un comité que lleva un año trabajando en esta reforma se va a reunir en breve para ultimar las propuestas, que serán sometidas al Consejo de Fundación de la AMA, la máxima instancia de dirección, el 20 de noviembre en Glasgow.
Jean-Loup Chappelet, especialista del movimiento olímpico y que fue llamado por la AMA para formular propuestas, estima que la nueva instancia debe ser creada de manera inmediata y que esté formada en gran parte por la «Dirección de la Información» (Intelligence and Investigation) de la AMA, creada hace unos meses.
Los controles adicionales deben decidirse en función de las investigaciones y de eventuales denuncias de informantes, que deben ser protegidos por la independencia de esta nueva unidad», argumenta.
Su financiación
Esta es una cuestión fundamental. Existen dos pistas: nuevos recursos o reatribuir el presupuesto actual de las federaciones consagrada a los controles y sanciones.
La AMA dispone actualmente de un presupuesto anual de 30 millones de dólares (27 millones de euros), financiado a partes iguales por el COI y por los gobiernos. El COI ha advertido que está abierto a aumentar su contribución, pero siempre que se apliquen sus reformas.